lunes, 17 de enero de 2011

Lenguaje de Cuerpos

Hay un lenguaje propiamente masculino

víctima o cómplice del Patriarcado
que llevo años tratando de aprender.
Exento de tinta y de voz
se comunica con silencio,
miradas, actos y movimientos.

Sin las estrategias que le concede
el privilegio de ser masculino,
el “no dicho y hecho”,
habla sin explicaciones
hasta la libertad que termina en otro cuerpo,
con el mismo lenguaje
del mismo inventado género.

Paralelamente…
(y no para lelas de mente)
tres mil años dan
para conformar un lenguaje
que no nace de un privilegio
por nacimiento…
sino que nace del azar
de nacer mujer,
azar simplificado a
cuerpo reproductor,
encima sujeto
a leyes que regulan
su reproducción,
en afán de proteger
una especie que no está
en peligro de extinción
o a leyes según
los intereses del mercado:
cuerpos mano de obra barata
que producen y rentan,
y si se reproducen ya no.

Y si se trata de explotar
tierras robadas,
cuanta más prole
a la que explotar mejor.

NosotrAs inventamos las palabras
que no se refieren a instrumentos
de trabajo en la fábrica o el campo,
a la guerra, a la política de alianza
contra el poder o de invasión,
a la lucha de fuerzas,
a la tecnología,
a la religión.

Más bien inventamos las palabras
cosidas a los conceptos
que hasta ponerles nombre
eran ininteligibles, invisibles,
referentes al necesario
cuidado, al cariño,
sentimiento y reflexión.
Conceptos todos
encerrados, desvalorizados.

Y aún así,
“sin voz”,
las palabras,
nuestro lenguaje
se lo lleva el viento.

No es su lenguaje,
jamás quieren aprenderlo,
no lo necesitan
pues viven del:
“no dicho y hecho”
y con su amplio
campo semántico masculino
les da de sobra
para hablar horas
con todos sus tecnicismos.

Pero nosotras si tenemos
que aprender el suyo
si queremos enterarnos
de que va este mundo,
(manda ovarios).


Tres mil años dan para
estrategias y sintaxis,
para expresar a través del lenguaje
nuestro pensamiento,
nuestro sentimiento,
así nosotras si nos entendemos,
de ahí nace una fuerza invencible:
la solidaridad entre mujeres
de diferentes pueblos.

Y como no conocen
el lenguaje, nuestro lenguaje,
como no es “no dicho y hecho”,
se marean hasta el punto
de atreverse otra vez
desde su posición de privilegio
a tacharnos siempre
con una palabra que si conocen:
-manipuladoras-,
y la conocen bien porque llevan

TRES MIL AÑOS
MANIPULÁNDONOS
PERO EN SILENCIO.

LO PERSONAL ES POLÍTICO,
LA REVOLUCIÓN SERÁ CON NOSOTRAS
O NO SERÁ


Jade



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