lunes, 10 de octubre de 2011

Heroinas de la Libertad



Piedra y Camino, cabalgan sobre siglos de historia


La memoria sobre la represión franquista ha de ser una constante, difícil de poder demostrar al mundo el nivel de su barbarie alcanzada. Olvidar la tortura, el acoso, los métodos que la han hecho fuerte siglo tras siglo, envolviendo a los pueblos en una sábana de asfixia, terror y miseria, olvidar el destierro o la decapitación que los señores feudales con sus reyes impusieron a esa hermosa corriente eléctrica humana. ¡Qué difícil, cuando esos mismos métodos, siguen restregándose sobre la ciudadanía!

Cabalgar sobre los siglos de historia revolucionaria, es abrir ventanas a la vida, permitir que nuestros sentimientos se ericen evitando la metástasis, y se incorporen sobre el más profundo amor de todas ellas. Puño en alto como saludo de una punta a otra del mundo, sobre el que existe una extensa rama verde; sobre la que balanceo con pasión a las insumisas de todos los tiempos, henchidas de oxígeno y sueños. A escena salen como flores a la vida, todas, leales a una bandera llena de primaveras llamada libertad. Destacadas en ésta lucha fueron María Pacheco y Mariana Pineda, entregadas de lleno en lo que creían ambas de espíritu comunitario, con nobles sentimientos hacia el pueblo. Presentes en nuestra memoria anti-feudal – anti reyes - anti imperios. Encabezaron fragmentos de historia rebelde, todas heroínas de una u otra manera, entre cientos de ellas: Margarita Xirgu, actriz y militante del arte como forma de lucha y resistencia; MªTeresa de León, periodista y escritora, militante -compañera del poeta Rafaél Alberti; Mª Zambrano, escritora y filósofa, flor de flor y bandera; mujeres estrella, madres coraje de todas las edades. Presentes como filosofía de vida rebelde. Compañeras de fatigas brillando con luz propia bajo los astros, luciérnagas en las refriegas.

Hablamos de sacar a escena el heroísmo que enarboló sus vidas, el de Rosario` la dinamitera, y a Inés, Inesita Inés, con su arrojo y radiante espíritu de lucha y juventud; el de Mª Moliner, bibliotecaria en Valencia durante la guerra civil, por su inteligencia e integridad, su batallar diario y su entereza contra el abandono y falta de reconocimiento al que fue sometida por el franquismo, mujer que llegó a confeccionar el mejor diccionario usual de Lengua Castellana. Entre ellas, la pintora y cartelista de guerra Paquita Rubio y la maravillosa pintora gallega, Maruja Mallo, a la que el franquismo destruyó toda su obra. La reconocida escritora en lengua catalana, Merce Rodoreda Gurgui, además de propagandista, formó parte del Comisariado de la Generalitat en plena guerra civil. La antifranquista hasta morir, Federica Montseny.Hablamos de verdaderas estrellas que murieron como vivieron, peleando; más brillantes que las de cine, más rojas que la alfombra que sostiene sus ortopedias.

Y hablamos de violaciones hoy, mañana y siempre, sufridas siglo tras siglo en sus carnes, de mil formas y maneras, por ideologías fascistas; hablamos de violarlas en pelotón antes de asesinarlas. Y, hablamos de violaciones concretas, repetidas por piquetes de fusilamiento en plena guerra civil sobre un solo cuerpo adolescente una sola noche, hablamos de tener 14 años, de Maravillas Lamberto, florecica de Larraga, fusilada como su padre al que tanto quería; de todas las niñas del mundo de la misma manera, es de lo que seguimos hablando: de Haití, Colombia, México, Honduras, Guatemala, Afganistán...
Unas doce mujeres fueron asesinadas en el mes que hemos dejado atrás, nuevas víctimas, sobre la máscara de esta mal llamada democracia. ¡Maldita educación clasista, sexista, putrefacta! -¿cómo se puede encubrir el crimen con el “amor a una mujer”- a ellas, se une la mujer embarazada asesinada en una iglesia y otra gravemente herida... ¡Maldito! -su “locura” diferenciaba bien, un cura, un monaguillo, un hombre común... - eligió al “azar” dos mujeres, una de ellas embarazada; un fin de semana en el que aumentó la miseria humana sobre telón de fondo del siglo XXI, apuntando la mierda al mes de Octubre, y al año 2011, ya avanzado cae sobre nuestras espaldas. Sus miradas sobre nosotros, suplicantes, las siento. ¿Cómo no sentir las caracolas y estrellas de mar, de tierra y cielo?, ni por un momento, ¿Quién podría hacerlo?. No hablo del día de las madres, de fecha institucionalizada por las cadenas de la esclavitud de empresa, sino de los días de la vida de las luchadoras que lo son todos los días del año, de forma generosa y voluntaria. En mi empeño, quiero seguir hablando de la dignidad de todas ellas, esa que mueve el viento de libertad sin dejar de ser mujeres trabajadoras, causa de resistencia, podium de creatividad y superación.

En ésta rueda de comentarios, sobre el mar de fueguitos, integro a el investigador en Extremadura, Cayetano Ibarra:

El precio es harto alto, difícil, de perdonar los macabros métodos con los que pretenden doblegarnos. De entrada mezo mi orgullo en el corazón de ellas por su temple frente a esclavistas, salto hacia ellas las beso, en ésta irrupción en la historia, incluyo a las que se acercaron sacudiendo la lacra social de la clase a las que pertenecieron en su nacimiento como la Comunera María Pacheco, como a la “liberal” nacionalista -al lado de Rafaél de Riego y Álvarez Sotomayor, primo, de la propia Mariana Pineda -heroínas a las que alumbró su nacimiento la no menos hermosa, ciudad de Granada- protagonistas ambas de la creación que añoro. Las ensalzo como guerrilleras destacadas de la libertad de la que seguimos careciendo. Me rocío en su espíritu de lucha que gira y gira en mi entorno , dando vuelta la historia, porque seguimos sometid@s a reyes y pudientes por la misma fuerza de las armas ¡Quién diría!, después de tantos siglos.

5.000 mujeres republicanas en la cárcel de Ventas (Madrid)
“A algunas les pusieron cuñas en las uñas, y les dieron corrientes eléctricas en los dedos y en los pezones.”>

A todas ellas, se unieron otras mujeres, que siguen luchando en éste siglo: Mujeres Plaza de Mayo, mujeres colombianas, mujeres vascas, palestinas, iraqíes, saharaguis... ¡Altares de heroica lucha!, su danza sigue dando vueltas; siempre estarán ahí con y sin pañuelo, con y sin tienda de campaña, seguirán caminando, mariposario de ida y vuelta, abrazadas a ese mundo posible de amistad y amor internacionalista: Es por una misma!, que no debemos olvidar tal empeño glorioso: Es por una misma!, necesario de ampliar sus alas al mundo, para que su presencia nunca deje de danzar a este ritmo: Es por nosotro@s todos!, que debemos seguir reforzando la danza de sus días y noches, vigilando como los abulenses las tumbas de los suyos que son de todos; ese empeño por quererles hacer justicia a esas flores de la historia.

Cómo no recordar a todas l@s humillad@s, como hoy 'la democracia' humilla a los familiares abulenses, ese alcalde y funcionarios recalcitrantes doblemente criminales... Imposible olvidar a AmparoBarayón -esposa del escritor Ramón J. Sender- una más entre miles y miles de víctimas del holocausto franquista,una más en la historia antifascista, muchas de ellas anónimas desgraciadamente y otras conocidas como Amparito, asesinada por denunciar la muerte de su hermano. Fusilada en la cárcel de Zamora por Santiago Vilora. Como a otras mujeres, la arrancaron a su hija de seis meses de los brazos:Los rojos no tenéis derecho a tener hijos” -¿A qué familia fue a parar, bajo qué apellidos la encubrieron a la hija de Barayón y J. Sender?... Y, eso no lo puede olvidar nadie cuerdo, ni permitir que se descomponga entre nosotros el espíritu franquista golpeando con virulencia, mientras sus súbditos, otorgan premios, “Príncipe de Asturias”, a las mercenarias de las cárceles de la muerte que pretendieron “reeducar”... Aún mantienen en pié esas instituciones sobradas de represión y libertad al ciudadan@ interno en ellas. Treinta, y más años en ellas... Enferman en ellas y mueren, cuya reinserción, es la tortura física y psíquica, humillación inaudita, en medio de un episodio histórico de, “crisis”, que degrada la humanidad. No, no se puede mirar hacia adelante, sin volver la vista atrás.

No podemos seguir prolongando la ausencia de dignidad, la opulencia y corrupción de los poderes fácticos que imperan sobre nosotros amparados por “una legalidad” que se sortea cada cuatro años. NOOO!, no podemos permitir el sadismo con el que se ensaña y muestra, que no vamos a poder olvidar nunca al dictador legado del nazismo italo-alemán. NOOO!. Y no, porque todavía se siguen dando enfrentamientos ideológicos de guerra en el 2011, como en Poyales del Hoyo (Ávila), donde son continuamente ultrajas las víctimas de la dictadura, no fue suficiente fusilarlas...

Cómo olvidar, en éste contesto, a Blanca Brissac -“la mayor” de las 13 rosas, mujeres del penal de Ventas fusiladas en agosto de 1939- Blanca tenía 29 años, no había ocupado ningún cargo político relevante, no obstante -como describe el periodista Carlos Fonseca, autor de Trece Rosas Rojas: “Fusilaron a toda su familia”. Hoy, lo que llaman democracia, se basa y apoya estas instituciones represivas franquistas. Jamás, “ni en sueños”, se han planteado depurar no ya a cientos, miles de ellos repartidos por diferentes frentes de opresión, ni tan siquiera, al sanguinario Martín Villa, Fraga Iribarne, Juan Carlos de Borbón...

Democracia, llaman con desfachatez
Donde abundan ministros, alcaldes y demás entidades como, Pedro Bernardo, que impide rendir homenajes a los fusilados destrozando sus tumbas como vulgar delincuente.
Qué vamos a olvidar a estos “representantes intransitorios”, éstos nuevos ricos, ya millonarios todos como parte de la tarta franquista. No, no olvidamos sus bolsillos a reventar de especulación, sobre un patrimonio público espoliado para enriquecer sus patrimonios privados. No, no olvidamos a estos embutidos USA, partidarios de la guerra, cuya misión es enfrentar los pueblos. NO, hasta la total rehabilitación de los crímenes del franquismo y más descalabros de la “democracia transitiva”.

Corro veloz al encuentro de los abrazos, no se lo pierdan, está en cartelera!
Las grandes piedras del barranco y las chiquiticas, van unidas a los cantos menudos que como hijos ruedan sobre los cauces de los ríos al encuentro de los abrazos. Cantos de río, de sirena, de lamiak, cantos. Cantos y odas de Valle Inclán, Antolagirre, Lorca, Machado, Miguel, Rosalía de Castro...
Mª V. Casares, la gran actriz de teatro, invitada de honor, saldrá a escena; la publicidad correrá a cargo de Paquita Rubio, pintora y cartelista durante la guerra civil a favor de la República, para ella y su esposo el pintor J. Bardasano, un gran ramo de flores extensible a todas nuestras estrellas, lograron salir amparados por el buque de Cárdenas. Ya Paquita, en el exilio mexicano, no perdió el tiempo en bagatelas, su empeño ilustró libros para las campañas de alfabetización.

A todas ellas, de unas y otras generaciones, se acercan voces blancas como duendes de un bosque encantado -coro y orquesta, canto contra canto- seguir transmitiendo eco de lucha y apiñar a gentes sencillas fueron tareas de entrañables músicos y compositores como Rodolfo Halffer y A.J. Marticos Palacios, ese músico burgalés de tan grandes obras, denunciado por un legionario; como tantos, fusilado... Llegan las voces blancas deseosas de formar cartelera que anuncie nuevas buenas, Primaveras florecientes sobre las que la mujer encabeza su dignidad, y ubica en la cima; sube a las tribunas, asalta las leyes que la paralizan, inutilizan, arrinconan y planta bandera sobre un escenario legado, donde la condición de genero humano ubica su dignidad relevante -al fondo, al bando del colono imperialista le rechinan los dientes, que se vayan!.

Queda seguir luchando, para que éste sistema de miles de tentáculos de corrupción no corrompa las nuevas flores que vamos cosechando como primaveras en alza.Una avalancha de aves trina en los campos de lucha.

NOTA
*Memoria Histórica de la 'Monarquía democrática'
Yo, María Aranzazu Díaz Villar, presa política del PCE(r), encarcelada en el Centro Penitenciario de Brieva (Ávila), cuyos datos personales constan en la Audiencia Nacional, DENUNCIO:

(…) Que en repetidas ocasiones me desnudaron totalmente, integra y violentamente. Se reían, hacían comentarios sexistas, se burlaban... tras eso y desnuda, me envolvían fuertemente con una manta y me tiraban al suelo; mientras varios me sujetaban para que no pudiese moverme ni un centímetro, otro sentado sobre mi pecho y estómago me practicaba la tortura que todo el mundo conoce como “la bolsa”... me quedaba constantemente sin respiración y la sensación de asfixia era tal que a esta tortura uno de ellos llegó a denominar “el juego de la apnea ” (…). En varias ocasiones me amenazaron con introducirme un palo por el ano, llegando a preparar tal parafernalia y simulando que lo estaban intentando (…). Una de las torturas psicológicas continuas que me llamó la atención especialmente era una que empleaban en forma de “juego” que consistía en preguntarme“¿Cómo te llamas Arantza?”, para a continuación y sin esperar ni un segundo golpearme salvajemente y seguir con el resto de torturas. Es decir, que en ese momento (y fueron muchos otros y en otras circunstancias). No buscaban información, sino intentar doblegarme, pues en esos dos días apenas me realizaron alguna pregunta que fuera mínimanente lógica en busca de información policial. Es muy difícil por mi parte señalar el número de personas que participaron en mis torturas (…).

En otro momento llegaron a decirme que “no me estaban tratando tan mal” y, lo comparaban con las torturas que habían efectuado 20 años atrás a otros compañeros de mi organización, “cuando las detenciones duraban 10 o 15 días”. A esto le ponían la coletilla literal de ya estás comprobando que ahora no somos tan brutos ¿no?”. Durante el tiempo que duró la incomunicación (unas 90 horas), me llevaron a la que decían era la médico forense, pero al no ver identificación alguna por su parte, me negué a hablar con ella, aunque a decir verdad, visto lo que me estaban haciendo y con qué impunidad, ni de la forense (si es que en verdad lo era) me hubiese fiado (…).

Cuando yo hablo de tortura, me refiero a los sufrimientos graves que se infligen a una persona, sufrimientos éstos, que pueden ser físicos y/o psicológicos, que son ejercidos por funcionarios públicos o personas en el ejercicio de funciones públicas. Así se recoge en el Artículo Primero de la “Convención contra la tortura y otros tratos o penas crueles, inhumanos y degradantes”.

Yo he sido sometida a tales tratamientos, por lo que ejerzo esta DENUNCIA.

Cuando hablamos de tortura, se trata, aparte de sacar información y confesión, de doblegar al detenido, tratando de destruirle psicológicamente. Se pretende humillar y degradar a la persona. Además del dolor físico, se pretende causar trastorno psicológico. Yo he sido sometida a tales humillaciones y degradaciones, por lo que ejerzo esta DENUNCIA.
Antes, los cuerpos de los torturados y maltratados aparecían con magulladuras o huellas de tales brutales actos. Ahora cada vez son más sofisticados, no dejan huellas externas en la superficie corporal, y hay una irrupción de técnicas psicológicas de tortura. No se dejan ya (en la mayoría de los casos) marcas físicas, pero por dentro dejan a la persona rota. He sufrido la bolsa, golpes dados con “maestría”, tirones de pelo, humillaciones y vejaciones sexuales, se me ha impedido descansar o dormir ni un instante etc., pero todo de forma que aparentemente, no deja marca física alguna. Yo he sido sometida a esas nuevas técnicas de tortura física y psicológica, por lo que ejerzo esta DENUNCIA.
Arantza Díaz Villar

[Dispersada militante del PCE(r) por denunciar torturas.Información recogida y con sello del Juzgado de la Audiencia Provincial de Gasteiz]

***

Fragmento, del testimonio de Beatriz Etxebarria:

(“SOY MILITAR Y ESTOY ENTRENADO PARA MATAR”)

Sobre las 4:00 de la mañana revientan la puerta de la casa... “YA VERÁS QUE CINCO DÍAS VAS A PASAR”

Tiran una manta al suelo -“el comisario”- grita y dice “que me va a violar otra vez”.

Me dicen que va a parar el coche y, “te voy a poner en pelotas, te tiro a la nieve y te voy a abrir en canal”. Se quita la chaqueta y empieza a restregarse contra mi cuerpo. Me hacen 'la bolsa'...

En la comisaría había diferentes habitaciones:

En una escuchaba los gritos del resto de detenidos y había otra que estaba más abajo que me daba la sensación de que estaba aislada, y ahí el trato era todavía peor...

A la primera la llamaré la “habitación dura” y a la otra “la muy dura”. Me llevan a la “habitación dura”, allí oía gritos del resto de detenidos. Me sientan en una silla y me mojan las manos, mientras escucho ruidos de algo que parecen electrodos; cuando estaba en la celda también escuchaba esos mismos ruidos.

Me dicen que tengo que hablar y me empiezan a quitar la ropa hasta dejarme totalmente desnuda. Estando desnuda me echan agua fría por encima...

Me amenazan con hacerme la bañera.

Sigo desnuda, me ponen a cuatro patas encima de una especie de taburete. Me dan vaselina en el ano y en la vagina, y me meten un objeto... me envuelven en una manta y me dan golpes, me vuelven a llevar a la celda hasta la mañana del miércoles. Cuando vuelvo a visitar al forense le cuento algo sobre el trato al que estaba siendo sometida y su actitud fue mala. Vuelvo a la celda, allí trato de “descansar” un poco...

“El comisario” me lleva a la sala 'muy dura'.

Allí me vuelve a desnudar. Me tira del pelo, me da golpes en la cabeza y me vuelve a gritar al oído QUE ES MILITAR Y QUE ESTÁ ENTRENADO PARA MATAR... te voy a destrozar toda por dentro para que no puedas tener pequeños “etarras”.

En los interrogatorios siempre había mucha gente.

Una vez conté hasta siete voces diferentes... me amenazan constantemente con mi 'pareja', al que escucho cómo está siendo torturado. También me amenazan con detener a mi hermano. Me dicen que como no haya trato no sólo van a detener a mis padres, sino que también: “VAN A LLEVAR A MI ABUELA EN BRAGAS Y QUE SE LA IBA A FOLLAR”.

“El comisario” vuelve a desnudarme, tira una manta al suelo, grita y me dicen que me van a violar otra vez. Me da la impresión de que él se empieza a quitar la ropa, escucho cómo se quita el cinturón...

Durante todo el periodo de incomunicación, salvo cuando iba donde el forense, estuve con los ojos tapados con diferentes antifaces. Había alguno de látex que tenía una especie de polvo que ellos decían que si abría los ojos me iba a quedar ciega. Yo sí notaba que cuando me lo quitaban para ir al forense, me picaban los ojos... (Declaración de B. Etxebarria, el 1 de marzo del 2011)

Maité Campillo (actriz)

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