jueves, 8 de marzo de 2012

8 de marzo y tanto camino por recorrer

Escrito por Patricia Manrique

Un año más, los colectivos feministas de Cantabria saldremos a la calle en el Día de la Mujer trabajadora, en el Día Internacional de todas las mujeres. Unos años nos concentramos, otros nos manifestamos, pero, año tras año, las mujeres aprovechamos esta fecha para visibilizar y conmemorar las luchas del movimiento feminista, luchas que han permitido una sociedad más justa y equitativa para todas y todos, mujeres y hombres. Porque, ya lo decía Mary Wollstoncraft, "el feminismo es una apelación al buen sentido de la humanidad", es cosa de todas y todos.

Este año, más que otros, la calle parece estar recobrando el pulso crítico al macabro son de los recortes y las reformas neoliberales que proliferan al calor de una crisis que, provocada por los de arriba, pagamos los y las de abajo. En ese recobrar el latir reivindicativo, los sindicatos del sector público han decidido manifestarse en el día de todas las mujeres, una fecha que creíamos que estaba claramente señalada en el calendario político y sindical. Muestran, así, bien una significativa ignorancia de una asignatura política transversal, el feminismo, bien una muy vieja actitud, tan vieja como el patriarcado, que consiste en obviar las luchas feministas o postergarlas. Probablemente vayan a la par ambas cosas. Algo que a muchas personas, mujeres y hombres, nos entristece, nos indigna, y algo que no quiero dejar de reseñar, por una cuestión, sobre todo, didáctica. Son compañeras y compañeros, estamos convencidas de que sabrán reflexionar.

Más del 15% de mujeres cobran menos del sueldo mínimo interprofesional, ahora congelado, frente a un 5,6% de hombres. La subida del IRPF penaliza a estas rentas bajas. La congelación de las pensiones incide en un 44% de viudas frente a un 12% de viudos. Los recortes, bien por congelación de la tasa de reposición en el sector público, bien por falta de subvenciones a las asociaciones que hacen variados trabajos para la administración, son otro punto importante, ya que la precariedad va a afectar directamente a las mujeres: dependencia, ayuda a domicilio, escuelas infantiles, comedores escolares… Todo esto repercute negativamente en los intereses de las mujeres, quienes en último término, no nos engañemos, dejan sus trabajos, reducen sus jornadas o aceptan trabajos precarios para poder compaginar con los cuidados. Súmese a esto, y no con menos peso, que todo lo que afecta al conjunto de la población nos afecta, pues las luchas feministas abogan por un mundo más justo, y la justicia no debe discriminar por género.

Pese a los cursos de género recibidos en algunos medios sindicales, pese a que el profesorado de la educación pública tiene el deber de educar a nuestras hijas e hijos en la igualdad, alcanzada en buena parte gracias a las luchas feministas, pese a que se celebra un sólo Día Internacional de la Mujer al año... han convocado una manifestación que saldrá antes y se solapará con la tradicional acción -ya sea concentración o manifestación- del 8 de marzo. Pese a ser también sindicalista y compartir sus demandas, ese día tan señalado estaré en la manifestación feminista, y me niego a permanecer en silencio para no romper la "paz social". Una vez más -parece la maldición de ser feminista- por una cuestión pedagógica se impone no dejarlo pasar. Por el bien de todas y todos.

¿Quién imagina una manifestación de corte exclusivamente feminista convocada el 1º de mayo, con el mismo recorrido, y con una salida media hora antes de la de los trabajadores y trabajadoras? ¿Qué respuesta darían los sindicatos si no se les consultara previamente? El 1º de mayo muchas salimos a la calle, sindicalistas o no, porque es un día señalado en el que marchamos por los derechos de los y las trabajadoras. Nunca, salvo circunstancias excepcionales, se convocaría una manifestación feminista ese día, no sin antes tratarlo con los sindicatos que año tras año celebran la fecha. Pero, como tantas veces en la historia, en un mal endémico que es la falta de formación feminista, los sindicatos, por acción u omisión, han pasado por encima de la única fecha al año dedicada a las luchas de las mujeres. Una pena.

Son nuestros compañeros y compañeras del sector público. Apoyamos al 100% su lucha, y confiamos en que caerán en la cuenta de esta falta de sensibilidad feminista, para que en los próximo años, en las próximas generaciones, no se perpetúe la falta de sensibilidad y formación.

El 8 de marzo, con todo, estaremos todas y todos en la calle, por la igualdad y contra los recortes. Animo a las mujeres y hombres de Cantabria a unirse a la manifestación feminista, a las 19.30 desde Numancia hasta el Ayuntamiento, a caminar por la equidad un año más. A los hechos me remito, el feminismo sigue siendo absolutamente necesario.

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