martes, 15 de noviembre de 2011

Historia, Sociedad y Mujeres (VII)



Este artículo, que es el séptimo de la serie “Historia, Sociedad y Mujeres”, parte de unos ejemplos de violencia e incide en los casos del ataque con ácido a mujeres en Bangladés (Bangladesch).

Historia, Sociedad y Mujeres (VII)

“Hic et nunc alogia imperat et violentia perseverat!” (cast. “¡Aquí y ahora la sinrazón impera y la violencia persevera!”). Sobre unos casos de violencia, en general; sobre el ataque masculino con ácido clorhídrico o ácido muriático contra mujeres en Bangladés (Bangladesh), en particular

“…me percaté de que las mujeres durante mil años no habían tenido derecho a una subjetividad, a pesar de los papeles fundamentales que desempeñaban. A veces eran reinas o putas de lujo, pero ninguna de ellas tenía subjetividad, no eran un sujeto. Una mujer no tenía el derecho de decir ‘yo’, decía ‘ellos’, ‘nosotros’ “.
Alain TOURAINE [1]
(Sociólogo y Filósofo francés)
Berlín, Noviembre del 2011

Resumen: Bangladés es un país en Surasia. A esta región pertenecen los Estados de Afganistán, Bangladés, Bután, India, Irán, las islas Maldivas, Nepal, Pakistán y Sri Lanka (antiguamente Ceylón). Bangladés aparece en los medios de comunicación, esto es cada año, debido a las consecuencias desastrosas que acarrean los Monzones, las lluvias torrenciales, los desbordes de ríos y los deslizamientos, como ello viene ocurriendo, desde hace unas semanas, en Tailandia [2]. Los más afectados por las lluvias, por los desbordes y deslizamientos, en el caso de Bangladés, son los pobres que están dependientes de la agricultura y viven muy cerca del delta.

Desde el punto de vista socio-cultural y religioso, está Bangladés relacionado con la India y Paquistán. En todos estos países gozan de gran peso el tradicionalismo y la religión. No obstante que el Estado se denomina laico o secular, no dejan de tener influencia confesiones religiosas como el Hinduismo y Sikhismo, el Budismo y el Islam, o de este último una de sus variantes: El Sufismo.

La religión es asunto privado y no debe constituirse como partido religioso para aspirar a la toma del poder, de tal modo que busque influir en el Estado o lo modele, según sus normas y valores, según sus preceptos y concepciones, como ello viene ocurriendo en Irán. Toda creencia religiosa es legítima; pero de carácter privado e individual. En un Estado moderno que, de un lado, se erige sobre los aportes de la Ilustración, sobre el respeto a los Derechos Humanos, sobre la defensa de las Libertades Democrático-Civiles y, de otro lado, que preconiza la inviolabilidad de la Dignidad Humana, así como el reconocimiento de la igualdad de géneros, deben estar muy bien trazadas y mantenidas las necesarias y saludables fronteras entre política y religión.

Este artículo, que es el séptimo de la serie “Historia, Sociedad y Mujeres”, parte de unos ejemplos de violencia e incide en los casos del ataque con ácido a mujeres en Bangladés (Bangladesch). Los ataques masculinos con ácido clorhídrico (HCL), llamado también ácido marino o ácido de sal (latín: acidum salis) es utilizado en la industria químico-metalúrgica. El ácido muriático es empleado como reactivo químico- acidez depuradora, corrosión- también en la curtiembre, en la cerámica, en la galvanización, refinación y manufactura de metales. El ataque con este reactivo químico ha afectado no sólo a mujeres, sino también a hombres y a menores de edad de ambos sexos. Las causas, para este acto delictivo, han sido de diversa índole. El ácido quema a la piel y desfigura horriblemente a la región del cuerpo afectada. Cayera el ácido en los ojos, produce él la ceguera total e inmediata. Este es el caso de la iraní Ameneh BAHRAMI [3], víctima de un atentado que, en el 2004, cometiera su compañero de estudios Madshid MOWAHEDI.

A los daños corporales infringidos, en este caso concreto los causados a la mujer, siguieron los traumas psíquicos. La mujer desfigurada y enceguecida fue condenada al aislamiento y aumentó, así, su dependencia económica de la familia y la asistencia frecuente de una lazarilla o de un lazarillo.Por la tristeza y la depresión que las aquejaban, terminaron muchas de ella sus días de martirio y de desesperación con el suicidio.

http://www.kaosenlared.net/noticia/historia-sociedad-mujeres-vii

No hay comentarios:

Publicar un comentario