El desarrollo de la escuela y la ampliación de los años de escolarización han ido siempre unidos a la idea de la relación existente entre educación e igualdad social.
Podemos decir que la educación es una manifestación de la igualdad social y de oportunidades y la escuela debe luchar contra esa desigualdad social que se manifiesta en varios grupos: la desigualdad según la pertenencia a un grupo socioeconómico u otro, la desigualdad de género, la desigualdad por pertenencia a una etnia o cultura minoritaria y la desigualdad relacionada con la discapacidad poseída por algunas personas.
La relación de estos grupos con la escuela ha transcurrido desde la exclusión o no pertenencia a la escuela, hasta la integración en la escuela.
Se plantea un sistema escolar de escuelas segregadas que hace q alumnos y alumnas no compartan el mismo espacio (aulas y edificios diferentes).
“Aprovechando los movimientos feministas
igualitaristas nacidos de la revolución del 68 y todavía en ausencia de datos
científicos sobre la existencia de un dimorfismo sexual innato, comenzó a
extenderse con enorme facilidad la idea de que las diferencias entre niños y
niñas se debían únicamente a la educación, crianza o cultura; pero nunca a diferencias
biológicas marcadas por los genes, las hormonas o el cerebro”
“Sostener que hombres y mujeres son iguales
en aptitudes, habilidades o comportamiento es construir una sociedad basada en
una mentira biológica y científica”
-Fase de integración: se reconoce el derecho a la
integración y todos los grupos pasan a formar parte de la misma escuela. El
problema es que esos grupos llegan a una escuela concebida y construida a
medida de los grupos dominantes (los que llegaron primero a la escuela: varones
“nacionales” de clase alta y sin ningún tipo de discapacidad).
Las reformas educativas que se han ido solapando hasta la
actualidad, nos han dejado un gran referente para solventar las desigualdades
de género: la coeducación.
La coeducación es algo más que la escuela mixta. No es la
mera coexistencia de niños y niñas en la misma escuela sino que es una
filosofía educativa que pretende el autorreconocimiento de nuestro propio sexo,
el reconocimiento del otro y el tratamiento igualitario de ambos. Pretende por
tanto eliminar cualquier jerarquía basada en el género de las personas y de los
valores propios de cada uno de ellos.Las niñas se incorporan a la escuela de los niños donde se enseñan saberes y conocimientos que tradicionalmente han estado vinculados al rol masculino sin que se haya logrado en gran medida la incorporación de otros conocimientos tradicionalmente femeninos.
La reforma coeducativa comienza en los 70, momento en que hay cierta sensibilidad a temas referentes a las mujeres y a través de movimientos feministas.
Es la reforma educativa que más éxito ha tenido, con resultados homogéneos y brillantes. Por fin se consigue una experiencia igualitaria en espacios, contenidos y evaluación.
En el Estado español el porcentaje de mujeres que estudiaban en la Universidad era del 10% y en los 80 se igualó al 50%. Desde hace varios años son más mujeres que hombres las que acceden a la Universidad.
Quizás en la actualidad, deberíamos de volver a retomar el
significado de la coeducación, ya que muchas veces nos olvidamos dando a los
alumnos textos sexistas, editoriales que todavía trabajan de forma retrógrada,
no acercando a los niños y niñas a la sociedad actual… y viviendo la
coeducación como un tema transversal que solo se valora en días señalados y no
como algo implícito en la vida académica y personal del alumno y la alumna.
Biuca Cueto. Militante de la Asamblea Feminista Langresta
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