martes, 7 de febrero de 2012

Transfeminismo, violencia, género


ALBA PONS RABASA y MIRIAM SOLÀ GARCÍA / Asociación Interferències, Recerca i Transformación de Gènere

En las jornadas feministas de diciembre de 2009, en Granada, se evidenció la riqueza de debates y retos en los feminismos independientes del Estado español. Identidades y cuerpos políticos, articulación de las luchas, acción ante la crisis de los cuidados… Para potenciar esa diversidad, aportamos una reflexión sobre las violencias de género y los límites de su abordaje.



Desde su aparición en la escena feminista a finales de los ‘60, el concepto de género como categoría analítica y herramienta política ha servido para entender la opresión y la desigualdad de las mujeres y articular una serie de estrategias políticas de resistencia y transformación. En las últimas décadas, en su diálogo con la teoría y los movimientos queer, con el deconstruccionismo y el postcolonialismo, el feminismo ha ido gestando un concepto de género mucho más amplio que rompe su vínculo con la diferencia sexual y que trasciende las diferencias y desigualdades entre hombres y mujeres. Desde diversos sectores del movimiento, el género comienza a ser entendido como un mecanismo de poder, como una tecnología o una performance. Esto es, como un aparato o constructo social que no tiene su base en las diferencias sexuales entre hombres y mujeres. Una representación que forma parte de la ideología y que juega un papel fundamental en la constitución de las identidades de los individuos y en la forma en la que nos organizamos socialmente.

Esta manera de entender el género está propiciando el emerger de nuevos sujetos políticos feministas como son las lesbianas, las personas transexuales, transgénero, intersex, homosexuales, etc. Se entiende ahora el mismo como un dispositivo que produce cuerpos diferenciales y jerárquicos a partir de la perpetuación violenta de las categorías hombre y mujer con el fin de mantener el orden social establecido. Todos estos cambios, en nuestro contexto, han llevado a que recientemente, desde diversas instancias –sociales, académicas– asistamos a la proliferación del término ‘transfeminismo’ para nombrar un espacio transfronterizo donde se articulan diferentes análisis y luchas en torno al género y la sexualidad pero también a otros determinantes sociales como la clase, la raza, la lengua, la procedencia, las capacidades, etc. ¿Cuáles son los retos políticos que abre esta nueva noción para las diferentes luchas en torno al género y la sexualidad? ¿Qué consecuencias tiene la nueva formulación del concepto a la hora de entender y abordar la violencia de género? ¿A qué hacemos referencia cuando hablamos de violencia de género desde una perspectiva transfeminista?

Hasta el momento, las políticas públicas implementadas para erradicar la violencia sexista contemplan un concepto de la misma anclado en una visión esencialista del género. Una visión que obvia de antemano la violencia material y simbólica de la propia representación de la diferencia sexual, la amalgama de significados culturales que conlleva y sus consecuencias en la organización desigual de las sociedades. Esta concepción también ignora que dicha violencia puede darse en parejas no heterosexuales, fuera de las relaciones afectivas, en contextos de cotidianidad que van más allá del ámbito privado y en el seno de comunidades de afines o de trabajo. Es importante visibilizar que esta visión esencialista ha permitido situar en lo público la violencia machista contra las mujeres por parte de sus parejas. Una lacra social que hasta hace cuatro días era considerada un asunto privado, no susceptible de ser abordado desde la política. Pero está claro que es necesaria una reformulación del concepto.

Es imprescindible ampliar nuestra comprensión de la violencia de género para no reproducir exclusiones y perpetuar estas discriminaciones. Se trata de no seguir reforzando los significados culturales de la ideología de género dominante, significados que nos etiquetan, nos coartan y estigmatizan, nos restringen, nos censuran e incluso nos matan. Defendemos la vigencia de estrategias para combatir la violencia contra las mujeres basadas en perspectivas identitarias. Pero también señalamos aquello que se deja de atender o que se queda fuera con un concepto de género basado en la diferencia sexual y que, por tanto, determina una visión de la violencia patriarcal más restringida.

Desde una perspectiva transfeminista, el género en sí mismo es un mecanismo de control social. Mediante estrategias tales como la patologización de lo diferente, la regulación del acceso al propio cuerpo o la producción de la heterosexualidad obligatoria como institución, perpetúa su propia efectividad en tanto que dispositivo de ordenación social. Así, refuerza el binomio hombre-mujer y la familia nuclear asociada al mismo, castigando y dejando en los márgenes aquellas formas de pensar, sentir y actuar que no se corresponden con esta normalidad genérica y sexual. Por tanto, no podemos dejar fuera de nuestra visión de violencias de género, la marginación, patologización y todas las penalizaciones que son aplicadas diariamente sobre los cuerpos que no ocupan la posición de ‘hombre heterosexual blanco burgués’.

Entendiendo que la identidad es relacional y que el género como dispositivo (re)produce violencias diversas para sobrevivir como modelo rector de la vida social, nuestro reto es cómo poner en práctica micropolíticas encaradas a la transformación social y cultural del modelo sexo-género hegemónico, que, paralelamente, atiendan las graves consecuencias de este mismo modelo androcéntrico en la vida cotidiana. Articular un no-binarismo crítico que aborde los impactos negativos de un sistema rígido, obsoleto y dicotómico, de una cultura de género cerrada y ciega. Pero que también tenga en cuenta otros ejes de opresión como son la clase, la raza, las diversidades funcionales y corporales, la edad, la etnia, etc.

Apostar por una visión transfeminista de las violencias de género significa dar cuenta de una pluralidad de opresiones específicas que se constituyen y refuerzan mutuamente y están interconectadas, así como articular las estrategias políticas necesarias para combatirlas. Significa tener la voluntad de abordar los mecanismos de opresión social vigentes en nuestra sociedad occidental capitalista y articular nuevas y múltiples formas de lucha desde los diferentes frentes organizándonos desde la diversidad y la afinidad.

Apostar por una visión transfeminista de las violencias de género no deja de poner en el centro a las mujeres como blanco de dicha violencia, aunque contemple la diferenciación sexual como violenta en sí misma y desee deconstruirla. Profundiza y complejiza nuestra mirada hacia la violencia sexista existente, para promover luchas en las que todas tenemos cabida y no nos representamos más que a nosotras mismas. Luchas en las que combatir el sistema sexo-género-sexualidad dominante a la vez que generar nuevas formas de relación.

Extraído de Diagonal Periódico http://www.diagonalperiodico.net/Transfeminismo-violencia-genero.html

lunes, 6 de febrero de 2012

Feminismo Zapatista: otra trinchera a favor de las mujeres


El feminismo que ejercen las mujeres indígenas zapatistas debe ser respetado como una forma de pensamiento y organización colectiva, para conquistar derechos que han sido negados históricamente a esa población, advirtió la antropóloga Sylvia Marcos.



La autora del libro “Mujeres, indígenas, rebeldes, zapatistas” –que se presentó este viernes en Cuernavaca– sostuvo que la postura de las integrantes y simpatizantes del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) es una “una nueva teoría feminista”, para analizar cómo las mujeres indígenas han luchado por alcanzar sus demandas.


En entrevista con Cimacnoticias, Sylvia Marcos –doctora especialista en género y religión– explicó que las mujeres del campo y la ciudad están sometidas a un régimen patriarcal que las afecta de manera distinta, de acuerdo con el contexto en el que se desenvuelven.



Por ello, acotó, “se debe comprender que el feminismo ejercido por las mujeres zapatistas es distinto” al de las teorías contemporáneas.



La fundadora del Seminario Permanente de Género y Antropología del Instituto de Investigaciones Antropológicas de la UNAM, consideró que la aportación de su libro es tender puentes para entender “en absoluto respeto lo que dicen las mujeres indígenas”.




“Conocer qué demandan, qué reclaman y cómo lo hacen, para así comprender la manera en que ellas ejercen su teoría feminista”, remarcó la también autora del tercer volumen de la “Enciclopedia Iberoamericana de Religiones, Religión y Género”.

SABIDURÍA COLECTIVA

“Siendo mujeres indígenas se tiene un anclaje diferente con relación a las propuestas feministas urbanas, que en primer lugar proviene de su situación contemporánea como pueblos subalternos en la sociedad dominante”, abundó la investigadora.

“Los derechos de los pueblos están lesionados; para tener sus derechos como mujeres, las indígenas deben realizar una lucha que abarque la colectividad para rescatar también sus derechos como pueblo indígena”, dijo Sylvia Marcos, quien ha sido profesora e impartido conferencias en universidades de Estados Unidos, Europa, Asia y América Latina.

La también activista por más de 30 años en el movimiento feminista en México aclaró que para los pueblos indígenas la diferencia entre los géneros “no existe en su concepción del mundo”.

Las diferencias entre hombres y mujeres provienen de la época de la conquista, y por lo tanto son ajenas al mundo indígena.

Por ello, precisó, las mujeres indígenas no consideran que la lucha por la conquista de sus derechos deba ser distinta o contraria a la lucha de los hombres.

“Ellas hablan de una dualidad entre lo masculino y lo femenino. Una indígena nahua de Cuetzalan, Puebla, decía: ‘Uno más uno no son dos, uno más uno es uno’, apuntó.

RESPETO A SU PENSAMIENTO

Marcos insistió en que es prioritario dar a conocer estas formas de pensamiento y organización a fin de que se les quite el estigma de “atraso” que se les atribuye, y sobre todo para que se les respete.

“Los pueblos subalternos están creando una teoría propia para que se considere su manera de mirar el mundo, y lograr que se respeten sus derechos. Muestra de ello es el movimiento zapatista surgido en 1994”, subrayó la experta en religiones mesoamericanas.

El zapatismo es una propuesta de “autonomía y gobernanza completa” que se rige por el mandar obedeciendo; “dentro de esta propuesta se ha podido dar otro feminismo, que ha logrado impulsar e inspirar la lucha de otras mujeres indígenas”, consideró la antropóloga.

Observó que antes del movimiento zapatista ya había grupos indígenas con participación femenina, pero fue el EZLN el que “vino a visualizar la participación política y social de las mujeres dentro de las organizaciones indígenas”.

La doctora destacó que esas mujeres viven bajo el sistema autónomo del zapatismo, que les permite “otras formas de lucha por sus derechos”.

FEMINISMO Y ZAPATISMO

Sylvia Marcos acotó que no se puede afirmar que el feminismo de las mujeres zapatistas “sea superior” al de las feministas contemporáneas, sino que más bien es diferente: “Ellas (las indígenas) han dicho que hacen el feminismo que pueden hacer”.

La académica se dijo conciente de que en el campo persisten condiciones de subordinación de las mujeres, a pesar de que han luchado por sus derechos.

No obstante consideró que la fuerza de las zapatistas es “prácticamente indestructible”: “Cuando estas mujeres se organizan política y socialmente emergen otro tipo de relaciones sumamente fuertes; ni nosotras en las ciudades si lográramos organizarnos podríamos ser tan fuertes”.

El libro “Mujeres, indígenas, rebeldes, zapatistas” es resultado de los múltiples contactos que la investigadora ha tenido con mujeres indígenas, principalmente integrantes y simpatizantes del EZLN, lo que le ha permitido conocer cómo defienden sus derechos y el devenir de ese movimiento a través de los años.

viernes, 3 de febrero de 2012

Hipó-Tesis sobre el patriarcado, el feminismo y las relaciones genéricas

El feminismo pelea por los derechos de todas las mujeres. Pero la lucha feminista por los DDHH sólo ha podido “liberar” a las mujeres en tanto que burguesas.





I- El patriarcado es un sistema de gobierno -más o menos despótico- de los varones sobre las mujeres, lxs niñxs y otros adultos minorizados (Patriarca: jefe da familia; cabezas de las tribus). El patriarcalismo es un régimen cultural -más o menos reglamentado- que sostiene y se fundamenta en el estatus inferior de las mujeres respecto de los varones. En este orden de cosas, la noción de patrimonio refiere al primer germen de la propiedad, basado en la familia, y donde la mujer y sus hijxs son en forma práctica o latente, esclavxs del marido. Por tanto, familia, en su sentido primitivo, no tenía relación con el vínculo conyugal de la pareja unida en matrimonio [cónyuges], o el lazo con sus hijxs, es decir, la progenie real de la pareja conyugal [herederos]. “Famulus quiere decir esclavo doméstico, y la familia es el conjunto de los esclavos pertenecientes al mismo hombre”. En tal sentido, la noción primitiva de familia refiere a “la organización de cierto número de individuos libres y no libres, en [un grupo] sometido al poder paterno del jefe de ésta”.

II- La familia es una forma [patriarcal] de organización de la procreación, y/o la célula de poder moral de los poderes sociales de clase mediante los que se van configurando las relaciones sexuales de producción (el matrimonio es la comunidad conyugal entre los [dos] sexos para la procreación). Y siendo que puede considerarse al machismo como el ejercicio -material y simbólico- de la violencia patriarcal, es preciso considerar que se trata de una estructuración falocéntrica de la identidad (masculina). Es decir, su organización en torno al falo como órgano y símbolo de poder. Se trata, pues, del patriarcalismo bruto y rudimentario (lo que, de todas formas, no es un dato menor, puesto que se practica -como violencia moral y física- de manera informal y cotidianamente).

III- La alianza familiar actúa como una institución para la transmisión patrimonial y la regulación de las poblaciones (oikos-nomía). La familia privada es su forma molecular, basada en el matrimonio individual y en la monogamia. Por otro lado, el sistema familiar (moderno), presiona a los individuos a recluirse en ese micromundo de la “felicidad doméstica”, es decir, en el idiotismo de la vida privada, la mezquindad conveniente del cálculo patrimonial y el “aburrimiento mortal” de las cargas matrimoniales [“En cuanto los medios de producción pasen a ser propiedad común, la familia individual dejará de ser la unidad [oiko]nómica de la sociedad. La economía doméstica se convertirá en un asunto social; el cuidado y la educación de lxs hijxs también. La sociedad cuidará con el mismo esmero de todxs lxs hijxs, sean legítmxs o naturales”].

IV-
La burguesía no puede prescindir de la familia por su condición de alianza patrimonial (“unidad que posee y hereda”), su importancia como poder cívico-moral (producción de la vida privada y organización nuclear para la moralización del proletariado) y como poder directo de sujeción de clase a través del servicio doméstico (intersexionalidad: el trabajo doméstico es mantenido también políticamente pero para una función económica, abaratar el coste de la fuerza de trabajo). El patriarcalismo y la heteronormatividad no parecen serle imprescindibles, pero la familia es un poder moral demasiado potente como para prescindir de el; es el soporte principal de su vida privada.

V- La familia es la base oikonómica de toda la violencia de género (lo que se hace patente cuando las condiciones materiales de existencia en las que se vive empujan hacia su disolución, mientras que los dispositivos políticos presionan por su conservación). Las violaciones no son sino el “singular placer” de la crueldad machista. Técnicamente (y ateniéndonos sólo a la condición humana) un aborto no es más que la interrupción del proceso de formación de un zoon humano que viene desarrollándose en el seno de una mujer, y que es totalmente dependiente de ella. De nacer, este ser deviene en una persona física distinta y por completo independiente del cuerpo de su progenitora. La prohibición del aborto es, acaso, la expropiación [patriarcal] del “poder soberano” de las mujeres respecto de todo lo que se gesta en su propio cuerpo (“poder de vida y muerte”).

VI- En su articulación con el modo de producción capitalista el patriarcalismo tiene -en general- como efectos económicos, una desigualdad de salarios entre varones y mujeres que realizan un mismo trabajo, la doble jornada laboral que recae generalmente sobre las mujeres (y donde el trabajo doméstico se realiza -casi siempre- en forma gratuita) y una mayor explotación sexual de las mismas a través de la prostitución (y de la trata). En tal sentido, debe advertirse que la prostitución, en el capitalismo, aparece como una prestación de servicios. ¿Pero de qué tipo?. La prostitución es el servicio de servidumbre sexual, y a través de la prostitución los actos sexuales devienen en una actividad vejatoria del sujeto prostituido. El servicio que presta el sujeto prostituido -particularmente las mujeres- es el de una servidumbre “voluntaria” (latente y/o efectiva) para el disfrute de su prostituyente. Así, por medio de la prostitución, se otorga el “consentimiento” para que el prostituyente pueda vejar al prostituido por medio de la sexualidad. Y en éste orden de cosas, prostituyente es toda persona que adquiere -contractualmente- una cierta “potestad” de ejercer ciertos niveles de “brutalidad sexual” sobre una persona prostituida. La tan mentada laboriosidad de la prostitución no es más que el arte del envilecimiento a través de la actividad sexual.

VII- “La prostitución es sólo una expresión de la prostitución general del trabajador, (...)”. Por tanto, reconocer a lxs prostitutxs como trabajadorxs sexuales -en función de que puedan realizar su trabajo en condiciones de seguridad e higiene- es una necesidad impuesta que hay que aceptar relativamente (pues, efectivamente se trata de trabajadorxs productivxs en la medida que realizan su trabajo para producir plusvalor). Pero, por otra parte, la verdadera resistencia (sexual) comienza cuando lxs prostituidxs se organizan para abandonar ese trabajo particularmente vejatorio y denigrante (poco importa al movimiento socialista el que algunos grupos -apoyados intelectualmente por pequeñxs burguesxs neoliberales, o adeptxs acríticxs del contractualismo- pretenden lograr la autonomía empresarial -ser sus propixs proxenetas- en el comercio de su sexualidad. Por fin, desde una perspectiva política ajena al maniqueísmo moralista en el que se debaten abolicionistas y reglamentaristas, la lucha libertaria contra la prostitución debe articularse permanentemente con la lucha revolucionaria por la “¡abolición del sistema de trabajo asalariado!”.

VIII- La mercantilización de la sexualidad [femenina] ha sido la clásica forma de erotización de las mercancías, y es en esta intersección en donde su fetichismo se asocia a los fetichismos sexuales (condición básica para el momento farmacopornográfico de explotación de la potentia gaudendi). Con esta alianza, una vez más, se potencia la “desvalorización del mundo humano” mediante la “valorización del mundo de las cosas”. Así, en tanto la manifestación más degradante de esta “enajenación genérica”, la prostitución [moderna] funciona como una institución social en “la que se advierte una considerable actividad para disminuir o debilitar” la intensidad de las “relaciones afectivas” (por lo demás se trata de una relación que niega las personalidades, sus gustos, etc.). En suma, la prostitución [capitalista] es siempre “baja” y empuja tanto a prostituyentes como a prostituidxs hacia “la abyección de la chusma”.

IX- El feminismo es la manera en que las mujeres burguesas se liberan del patriarcado sin perder sus femeninos privilegios de clase (lo mismo podría decirse para la lucha de algunos movimientos por la diversidad sexual contra la heteronormatividad). La burguesía no sólo prostituye figurativamente, a sus mujeres -situando su figura como símbolo de la prostitución universal del “bello sexo”-, sino que prostituye efectivamente [y por fuerza de las circunstancias] a una cierta cantidad de mujeres proletarizadas (el varón burgués disfruta de su dama y de su doméstica). Si el feminismo es, en cuanto a las mujeres de clase media, una forma limitada y contraproducente de liberación (liberalización y prostitución real y/o simbólica), para las mujeres proletarias no es más que una nueva forma de sujeción de clase a través del género (servicio doméstico). La mujer proletaria no padece tan sólo la opresión patriarcal, sino la dominación feminista. Si la interseccionalidad sirve para plantear algo, es para dar cuenta no tanto de las similitudes de opresión, como de las diferencias; en otras palabras, no tanto para aliar a las mujeres -todas- más allá de su clase (raza), sino para determinar la particularidad de su antagonismo (la dama burguesa se liberaliza, gracias a la sujeción doméstica de la mujer campesina-proletaria. El asunto sigue siendo económico, pero ya más centrado en las relaciones de clase).

X- El feminismo es un movimiento cívico que pelea por los derechos de todas las mujeres. Pero la lucha feminista por los derechos humanos solo ha podido “liberar” a las mujeres en tanto que burguesas. Es decir, la lucha por los derechos de la mujer produjo una hegemonía de las mujeres de la burguesía sobre las mujeres de las otras clases; mujeres sobre las que se descarga el peso oprobioso de la prostitución y a las que somete a la sujeción del servicio doméstico. Al mismo tiempo, esos derechos individuales de la burguesía colonizan a las mujeres de comunidades étnico-campesinas contribuyendo al minado de sus condiciones socio-comunitarias de vida. Por su parte, los movimientos de mujeres anarquistas y socialistas apuestan más por la abolición de la familia (no tanto por la domesticación/prostitución de los varones junto con las mujeres -guarderías públicas, escuelas-. Pero sí para que en la unión de parejas en concubinato no existiera la superioridad masculina), en tanto que las mujeres cristianas -en “occidente”- han defendido su posición como amas de casa (y la mantención del patriarcado eclesiástico, afecta, desde luego, su condición de ciudadanas, etc.).

XI- Aceptando como cierto que “(...) el sexo femenino y el sexo masculino son ambos un género, un ser, un ser humano. (...)”, debemos asumir que lo que hace a la condición humana es su universalidad y por ello, su libertad. El ser humano no es un ser limitado a las determinaciones naturales de su especie, ni, por tanto, a su “relación genérica natural” (la relación del varón con la mujer), se trata, precisamente de un “ser genérico”, capaz de transformar inorgánicamente su naturaleza, es decir, de relacionarse “consigo mismo como con el género actual y vivo”. Y a pesar de Marx, lo que él suponía como una grosera utopía anarquista de “la humanidad hermafrodita”, es un devenir que hace parte de este proceso histórico de humanización en el que el ser humano “práctica y teóricamente convierte en objeto suyo al género”. En este contexto, las actuales luchas por la diversidad sexual implican una superación positiva, una vuelta de tuerca a la ya clásica lucha por “dar al hombre una real feminidad” y “a la mujer la real masculinidad”.

Feminismo y Socialismo

Carlo Frabetti - La Haine

Como nos recuerda Engels, la explotación de la mujer por el hombre es la primera de las explotaciones y la base de todas las demás

Con algo de retraso, pero con gran satisfacción y provecho, he descubierto el blog Gezia Lepoan http://gezialepoan.blogspot.com, donde he tenido ocasión de leer, entre otros, varios artículos de Ainhoa Güemes y Zaloa Basabe publicados en Gara, en los que abordan, con un rigor y una profundidad por desgracia poco comunes, uno de los problemas más arduos y escurridizos de la lucha contra la barbarie capitalista: el de la pervivencia y ubicuidad de la lógica patriarcal.

Respondiendo al artículo de Güemes Feministas vascas, conflictivas y conflictuadas, Basabe señala en El sujeto político feminista y la democracia: “Para la consecuente construcción de un nuevo marco es necesario comprender que, del mismo modo que no hay grupo social sin identidad, todo movimiento que aspire a convertirse en actor social con voz propia y capacidad de transformación e interlocución debe constituirse en sujeto político. Si queremos trabajar en la construcción nacional desde y hacia el socialismo, debemos igualmente pensar y activar esa construcción desde y hacia el feminismo. Porque una cosa no lleva a la otra, es decir, el socialismo no lleva implícito el feminismo de la misma manera que ser miembro de la clase trabajadora no lleva implícito el ser socialista. La lucha ideológica feminista es necesaria para mantener vivo el permanente cuestionamiento del orden social”.

Y aunque yo no podría estar más de acuerdo con esta reflexión, me parece oportuno matizar la frase “el socialismo no lleva implícito el feminismo de la misma manera que ser miembro de la clase trabajadora no lleva implícito el ser socialista”. Porque, en puridad, el socialismo sí lleva implícito el feminismo (y viceversa); lo que pasa es que algunos socialistas todavía no se han enterado (y mientras no se enteren solo serán socialistas a medias). A continuación, me permito reproducir algunos párrafos de mi libro Socialismo científico que tienen que ver con lo anterior:


A primera vista, la semántica parece una parte de la semiótica. Puesto que la semiótica estudia los signos en general y la semántica se centra en los significados de las palabras, que son un tipo concreto de signos, parece obvio que la segunda está contenida en la primera. Pero la semiótica se formula mediante palabras, y por tanto es una de las innumerables construcciones lingüísticas cuyos significados estudia la semántica; consiguientemente, la primera está contenida en la segunda. ¿Qué fue antes, el huevo o la gallina?

Si pensamos de forma mecanicista, la paradoja se convierte en aporía, del mismo modo que el problema del huevo y la gallina nos arroja al abismo sin fondo de una regresión infinita (del que solo Darwin puede sacarnos). Pero para el pensamiento dialéctico una paradoja es una verdad cabeza abajo, que nos recuerda, en primer lugar, que “arriba” y “abajo” son conceptos relativos (interrelacionados), que se determinan mutuamente y se pueden -se deben- “sintetizar” para superar la contradicción. La semiótica y la semántica se contienen mutuamente, forman un todo indisoluble, y su desarrollo conjunto es un proceso dialéctico que se inició con los primeros gestos (signos visuales) y los primeros gruñidos (signos fónicos) que nuestros remotos antepasados utilizaron para comunicarse.

Análogamente, puesto que el socialismo lucha por la liberación de todos los oprimidos y el feminismo combate la opresión de las mujeres, el segundo parece una rama del primero. Pero puesto que, como nos recuerda Engels, la explotación de la mujer por el hombre es la primera de las explotaciones y la base de todas las demás, el socialismo es una extensión, una ramificación del feminismo troncal (y radical, valga el juego de palabras). ¿Qué fue antes, la manzana o el manzano?

La cuestión, una vez más, escapa a cualquier intento de explicación ideológica o mecánica. El socialismo y el feminismo se contienen mutuamente (como dos manos entrelazadas), forman un todo indisoluble, y su desarrollo conjunto es un proceso dialéctico, el resultado de una lucha (de clases) que se inició cuando los primeros guerreros empezaron a tratar a las mujeres como si fueran esclavas y a los esclavos como si fueran sumisas mujeres. Y que solo puede terminar con y en la plena autodeterminación de las personas y de los pueblos.

jueves, 2 de febrero de 2012

El XXX Aniversario del Estatuto de Cantabria irá dedicado a la mujer rural




El trigésimo aniversario del Estatuto de Autonomía de Cantabria, que se conmemora el próximo 1 de febrero, estará dedicado a las mujeres del mundo rural, según ha avanzado la pasada semana el presidente conservador del Parlamento autonómico, Jose Antonio Cagigas.

30 años después de su proclamación y catorce años después de su última reforma, conocida como "Pacto de Carmona", el estatuto cántabro, uno de los menos avanzados del estado autonómico, sigue siquiera sin desarrollarse plenamente.

Cagigas (PP): "El mundo rural ha sido todavía mucho más machista que el resto"

Cagigas ha señalado que las mujeres del mundo rural son un colectivo que ha tenido un papel "fundamental" al tiempo que "oscuro" en la historia de la Comunidad, papel que no ha sido reconocido "hasta hace pocos años".
Además, en opinión del jefe del Legislativo, es en este ámbito donde "más se necesita la igualdad" ya que el mundo rural ha sido "todavía mucho más machista" que "el resto".

Por ello, la Cámara quiere dedicar a la mujer rural el trigésimo aniversario del Estatuto, si bien ha matizado que el programa no está cerrado, aunque "la idea es homenajear ese día a las mujeres rurales".

Cagigas ha respondido así a preguntas de los periodistas en el Parlamento, en una rueda de prensa en la que ha presentado una exposición que conmemora el centenario de la creación del Colegio de Veterinarios de Cantabria.
Un estatuto "de segunda" y sin desarrollar Pese a que el anterior Gobierno autonómico (PRC-PSOE) se animó tímidamente y a rebufo de otras reformas a poner el debate estatutario encima de la mesa, el alto porcentaje de apoyo parlamentario exigido supuso que el PP pudiera "vetar" en la práctica la reforma de un Estatuto de Autonomía al cual ya se opuso la entonces Alianza Popular en los años 70, siendo el único partido con representación en hacerlo.

Aunque en el pasado mes de septiembre las mujeres del medio rural obtuvieron una de sus demandas históricas con la aprobación de la Ley de Titularidad Compartida de las explotaciones agrarias por parte del Congreso de los Diputados, lo cierto es que en el marco cántabro, catorce años después de su aprobación, el Estatuto de Autonomía sigue sin desarrollar importantes aspectos tocantes a este tema, como la comarcalización o la figura del Defensor del Pueblo Cántabro.

viernes, 27 de enero de 2012

Manal Al-Sherif la mujer que desafió la prohibición de conducir en Arabia Saudí, muere en accidente de coche.



Manal Al-Sherif
, la mujer saudí que desafió la prohibición de conducir en Arabia Saudí ha muerto en un accidente de coche. En el siniestro resultó herida otra víctima, el conductor, informa The Mail Online.

Según ha relatado un portavoz de la policía a la agencia Afp, la mujer murió en el acto y la otra víctima, el conductor del vehículo, se encuentra en un hospital donde está en observación. Viajaban en un cuatro por cuatro en la provincia norteña de Hael cuando tuvo lugar el accidente.

Manal Al-Sherif fue arrestada y detenida durante diez días el pasado mayo de 2011 tras publicar un vídeo en YouTube cerca de la ciudad de Khobar. Fue condenada a diez latigazos como resultado de los cargos a pesar de tener un permiso de conducir internacional. Arabia Saudí es el único país del mundo donde las mujeres tienen prohibido ponerse al volante.

miércoles, 25 de enero de 2012

Gallardón reformará la ley del aborto

"Empezó usted hablando de regeneración y ha terminado anunciando la Restauración".
Las palabras del diputado de Izquierda Unida Gaspar Llamazares han resumido las medidas presentadas hoy por el ministro de Justicia, Alberto Ruiz-Gallardón. Muchas eran promesas que ya figuraban en el programa electoral del PP, pero otras representan novedades que, hasta el momento, los conservadores habían intentado eludir.

El Gobierno modificará la actual ley del aborto para para exigir el consentimiento paterno en los casos de las menores de edad que quieran abortar.

En su primera comparecencia en el cargo en la Comisión de Justicia, Gallardón ha indicado que, en la reforma de la ley de marzo de 2010 de interrupción voluntaria del embarazo, se defenderá "el derecho a la vida" en los términos ya definidos por la doctrina del Tribunal Constitucional.

"Nos inspiraremos en la doctrina ya definida por el Tribunal Constitucional cuando tuvo ocasión y obligación de pronunciarse sobre la primera ley del aborto, y también les anuncio que algunos principios anunciados por nuestro partido, como la exigencia del consentimiento paterno en relación a los menores, estarán incluidos en este proyecto de ley", ha agregado.

El titular de Justicia ha argumentado que esta reforma de la Ley del Aborto, recurrida por los propios conservadores ante el Tribunal Constitucional, era una promesa electoral del PP, por lo que el Ejecutivo se limita a llevar a la práctica un compromiso adquirido ante los ciudadanos.

La organización Derecho a Vivir ha expresado su rechazado a la medida al considerarla tibia. Su portavoz ha reclamado al ministro que directamente "derogue".

La Asociación de Clínicas Acreditadas para la Interrupción del embarazo (ACAI) considera que esta medida "no se justifica" por la "experiencia demostrada" de que el número de mujeres en ese tramo de edad que han abortado no ha aumentado desde su aprobación hace seis meses.

Por su parte, la presidenta de la Federación de Mujeres Progresistas, Yolanda Besteiro, ha recordado que las jóvenes de 16 y 17 años ya pueden decidir "cuestiones vitales" como donar un órgano, someterse a una operación quirúrgica de riesgo o casarse -en este último caso incluso a edades inferiores- y, sin embargo, "no se les quiere dejar poner fin a un embarazo no deseado, algo que también puede afectar a estas jóvenes para el resto de su vida".

lunes, 23 de enero de 2012

Las olvidadas del Franquismo


La revista 'Stvdia Histórica' ahonda en las particularidades de las cárceles femeninas de la guerra y la posguerra.
"Fui juzgada y sentenciada a pena de muerte con mi hija en brazos, cuatro días antes de que ella cumpliera 1 año de vida. Cuando salí de la cárcel, en 1942, sólo tenía dos ideas en la cabeza: sacar a mi madre de la calle y reivindicar el nombre de todos los caídos, los presos políticos".

Así resume Concha Carretero (Barcelona, 1918) una parte de su paso por la cárcel de Ventas, en Madrid, donde ingresó por ser miembro de las Juventudes Socialistas Unificadas un día antes del fusilamiento de las Trece Rosas, el 4 de agosto de 1939.

Anteayer, Concha vio uno de sus deseos cumplidos. Con su pelo canoso perfectamente atusado, acompañada del bastón que la ayuda a caminar y con una sonrisa que no se borra de su cara, acudió a la presentación, en el Ateneo de Madrid, de Cárceles de mujeres. Las prisiones franquistas para mujeres (y para sus hijos) en la guerra y la posguerra. En la publicación, un
monográfico de la revista Stvdia Histórica. Historia Contemporánea, 16 expertos rinden homenaje a todas las mujeres que, como ella, fueron represaliadas por el régimen del dictador.
"Ellas son el pilar de los logros femeninos de hoy", señala una experta
"Es curioso, la cárcel de Ventas la había hecho Victoria Kent para los franquistas y quienes la estrenamos fuimos nosotras",ironizó Carretero. "Tenía capacidad para 500 personas, pero allí estuvimos miles de camaradas", recordó. Todo ello hizo que el hacinamiento, el
hambre y las palizas fueran las condiciones habituales de las prisiones de la epoca.

¿Por qué un monográfico sobre presas?
"Todo lo que sucedía en las cárceles de hombres se daba también en las de mujeres, pero no
todo lo que sucedía en las prisiones de mujeres se daba en las de hombres", justifica el catedrático de Historia Contemporánea de la Universidad de Barcelona Ricard Vinyes.
Torturas específicas

"Las mujeres sufrieron torturas específicas derivadas de su condición de mujer: violaciones, chantaje emocional, descalificaciones morales, y también fueron acusadas de responsabilidad subsidiaria, por los delitos que no impidieron que sus hijos, hermanos o esposos cometieran",
argumentó por su parte Ángeles Egido, catedrática de Historia Contemporánea de
la UNED.

La expresa Concha Carretero cree que "falta mucho para conseguir la libertad"
Benito Zambrano, director de La voz dormida película que también recoge el drama carcelario de las mujeres en la posguerra, señaló, además, el desconocimiento de la sociedad sobre este tema. "Es unaparte olvidada de la historia", aseguró. "Hacer la película fue como abrir
la puerta de esa casa donde todo el mundo te dice que ahí no se entra",describió.

Hay tres características fundamentales, según Vinyes, que diferencian los "paisajes carcelarios" de hombres y mujeres: la presencia de niños en las prisiones, una menor solidaridad del exterior con ellas y la ausencia de un trabajo regulado por el sistema penitenciario.
"Ellas transgredían constantemente normativas y reglamentos con trabajos y
redes clandestinas de comercialización con el exterior", especificó el catedrático.

La propia Concha, en su propósito de ayudar a su madre paraque no tuviera que pedir limosna, tejía paños de ganchillo en la prisión para que ella pudiera venderlos fuera. "Mi madre no era comunista, lo éramos mi hermano y yo", explicó Carretero. "Un día la Policía la interrogó y
ella les dijo: si ser comunista significa ver lo que veo en mis hijos,compartir cada pieza de ropa y cada plato de comida, entonces, lo soy",rememoró.

Tanto ella como su familia sufrieron las consecuencias de haber peleado contra la represión. "Vivimos en chabolas, en la calle, pero si volviera a nacer, volvería a luchar por un mundo mejor", sentenció la expresa.
De nada sirvió que en la cárcel la desnudaran, la golpearan y la regaran con jarros de agua fría en pleno invierno. Ni siquiera que la asustaran con un simulacro de fusilamiento.

¿Lo peor? "Hubiera preferido que me siguieran dando palos antes de ver a una compañera salir para no volver", lamenta Carretero en el documental de Jorge Montes Salguero Del olvido a la memoria.Presas de Franco, emitido por La Sexta en 2007 y que fue proyectado de nuevo el
sábado pasado, en el Ateneo. Aun así, Concha, a sus 93 años, no guarda rencor:
"En la cárcel hubo mucho dolor, pero ya pasó todo".

Más allá de la política

"Ellas son el testimonio vivo de la lucha por las libertades y su papel fue mucho más allá de la política", destacó Ángeles Egido.
"Colaboraron con la guerrilla, fueron un apoyo sustancial para los hombres encarcelados, a los que siguieron de pueblo en pueblo protagonizando el llamado turismo carcelario, y fueron capaces de construir redes de resistencia antifranquista desde dentro y fuera de la prisión: las que salían nunca se olvidaban de las que se quedaban dentro", detalló.

"Además, ellas son el pilar de los logros femeninos que hoy nos hemos encontrado casi hechos del todo", concluyó la catedrática.
Concha, sin embargo, aún cree que queda mucho por hacer. Y sólo le pide una cosa a la juventud: "Que luchen, porque aún falta mucho para conseguir lo que nosotras queríamos: la libertad".

sábado, 21 de enero de 2012

Estado Español: Cada día hay 385 denuncias por violencia de género

De julio a septiembre del año pasado, se presentaron un
total de 35.422 denuncias

El número de denuncias presentadas ante los juzgados de
violencia sobre la mujer aumentó un 3% en el tercer trimestre de 2011, según
los últimos datos del Observatorio contra la Violencia Doméstica y de Género,
que se dieron a conocer ayer. De julio a septiembre del año pasado, se
presentaron un total de 35.422 denuncias, una media de 385 cada día.

El informe del Observatorio, dependiente del Consejo General
del Poder Judicial (CGPJ), recoge los datos remitidos por los 106 juzgados
específicos contra la violencia machista y los 355 que tienen competencias
compartidas.


El número de demandas creció un 3% en el tercer trimestre de
2011

El 71,36% de las denuncias las presentaron las propias
víctimas. El 11,57% derivaron de un parte de lesiones y otro 14,4% fueron
resultado de una intervención policial directa. El informe también revela que
el 57% de las denuncias se interpusieron cuando la víctima aún mantenía la
relación con el agresor.

Las más vulnerables

Por otra parte, los datos revelan que las mujeres
inmigrantes son las más vulnerables a la violencia machista. Ellas presentaron
el 35% de las denuncias, mientras que representan sólo el 11,51% de la
población femenina de España. También resulta significativo el hecho de que de
las 4.054 renuncias a seguir con el proceso judicial que se presentaron, el 42%
correspondió a mujeres extranjeras, un porcentaje superior al de denuncias presentadas
por este colectivo.


Inmaculada Montalbán dice que hay que insistir en la
prevención

"Los datos están muy consolidados", explica la
presidenta del Observatorio, Inmaculada Montalbán. Según expli-ca, a la espera
de que se conozca el balance del último trimestre de 2011, los datos que se
conocen hasta la fecha ponen de manifiesto la necesidad de denunciar el
maltrato. "Ninguna de las mujeres asesinadas en 2012 [cinco, la cifra más
elevada a estas alturas desde 2006] había denunciado a su agresor", destaca.
Por ello, Montalbán insiste en que es crucial "fortalecer a las mujeres,
apoyarlas para que den el paso y denuncien". Además, Montalbán recuerda
que los datos del Observatorio corresponden a actuaciones cuando la violencia
ya se ha producido. "Es fundamental la prevención", insiste.

Órdenes de protección

Por otro lado, los juzgados registraron 9.481 solicitudes de
órdenes de protección. El 65,3% (6.193) se ejecutaron. Según explica Montalbán,
el resto no se ha llevado a cabo porque no cumplen los requisitos que marca la
Ley Integral Contra la Violencia de Género. Esta exige que haya indicios de que
la mujer sufre violencia de género y que esté en peligro. Montalbán insiste en
que "las denuncias falsas son mínimas".


La mayoría de los delitos juzgados fueron por lesiones y
amenazas

La mayoría de órdenes de protección, el 31% (2.974), se
ordenaron sobre exparejas. El 30% (2.833) se dictaron sobre personas con las
que las víctimas aún mantenían una relación afectiva; el 27% (2.602) sobre el
cónyuge y el 11% (1.074) sobre el exmarido.

En el tercer trimestre de 2011, los Juzgados de Violencia
sobre la Mujer dictaron 4.726 sentencias, de las que el 80% fueron
condenatorias. En esas sentencias se condenó a 3.810 personas y 1.072 fueron
absueltas. Entre los condenados, había 25 mujeres.

El Observatorio también destaca que el perfil de los delitos
que se han instruido apenas ha cambiado. El 78,6% de los casos fueron de
lesiones, seguidos de delitos contra la libertad, como las amenazas, (8,5%) y
quebrantamientos de medidas de protección (3%). Un 2,4% de los juicios se
celebraron por delitos contra la integridad moral, un 1,6% por haber
quebrantado una pena y un porcentaje aún menor fueron por ir en contra de los
derechos y los deberes familiares y contra la libertad sexual. Además, se
investigaron los 28 asesinatos cometidos en ese periodo.

jueves, 19 de enero de 2012

Bajo condiciones de explotación laboral a mujeres y niñas en talleres de Zara

La campaña "Ropa Limpia", coordinada en Galicia por Amarante Setem, presenta hoy la investigación "La moda española en Tánger: trabajo y supervivencia de las obreras de la confección". Inditex, el grupo con base en Arteixo, es una de las empresas más evaluadas en el documento, que detalla las "condiciones de vida y trabajo precarias" de las trabajadoras. En
algunos casos, los talleres emplean menores que esconden en bolsas cuando llegan los inspectores. El informe descubre "las duras condiciones de las obreras de confección marroquíes: exceso de horas de trabajo, bajos salarios, abusos verbales y físicos, arbitrariedad en la contratación y el despido, medidas disciplinarias desproporcionadas y obstáculos a la acción
sindical".

Inditex


En Marruecos, hay una fuerte presencia de talleres proveedores de Inditex; en concreto de las
marcas Zara, Bershka, Pull&Bear, Stradivarius, Oysho e Massimo Dutti. La mayoría de las obreras entrevistadas que trabajan confeccionando la ropa de estas marcas manifiestan que "no se respeta el límite de horas, llegando hasta 65 horas semanales". Aunque en general el salario llega al Salario Mínimo Interprofesional Garantizado (SMIG) de Marruecos, apenas 178,72 euros mensuales, siguen viviendo en situación de pobreza. En el conjunto del sector, las horas
extras son obligatorias y no se suelen remunerar. Prolongan la jornada incluso las 12 horas diarias, seis días a la semana por salarios que no superan los 200 euros mensuales, y que, en ocasiones, están por debajo de los 100 euros al mes.

Otras marcas

Muchos de los talleres proveedores de Inditex trabajan también para Mango. Amarante
denuncia que las obreras de las fábricas proveedoras de Mango también revelan que en sus centros de trabajo no se respeta el límite de horas, realizando hasta 65 horas semanales. También se recogieron testimonios de trabajadoras de talleres proveedores de Mayoral, El Corte Inglés y Dolce&Gabanna con condiciones laborales parecidas. La deslocalización de la confección en países cómo Marruecos permitió ampliar los beneficios de las grandes marcas textiles.

En Galicia, donde fueron claves en el despegue de marcas como Zara, apenas
quedan talleres de confección.Según el autor del informe, Albert Sales, estas empresas tienen en su mano la capacidad, tanto de generar situaciones de explotación laboral, como de evitarlas. Muchas asumieron códigos de conducta y compromisos, pero a pesar de estas "medidas de Responsabilidad Social Empresarial", muchas trabajadoras siguen viviendo situaciones de pobreza al tiempo que cumplen con una jornada laboral extremadamente larga.Trucos para librarse del control de las empresas compradorasLos códigos de conducta
laborales adoptados por las empresas de moda, recogen la obligatoriedad de pasar auditorias en los talleres. Pero las metodologías de las auditorías son muy diversas y en muchas ocasiones no se llegan a identificar los problemas laborales reales. La ONG explica que esto pasa porque cuando hay auditoría, las fábricas realizan cambios temporales como dar de alta las trabajadoras en la seguridad social, incrementar la salubridad en el espacio de trabajo, cumplir los horarios laborales, despedir a las trabajadoras sin contrato y ocultar a las trabajadoras menores.

Una trabajadora de una fábrica proveedora de una gran empresa textil aseguraba que "cuándo aparecen auditores como por ensalmo, los supervisores esconden a las trabajadoras menores en la azotea o en cajas de ropa vacías". Esta investigación se realizó con 118 obreras, con la colaboración de la Asociación Attawassol.

miércoles, 18 de enero de 2012

Egipto, el feminismo desde la revolución

Nunca olvidaremos esa fecha. El 20 de diciembre fue el día en el que salió la primera manifestación feminista en Egipto, una marcha que agrupó a decenas de miles de mujeres gritando con la misma voz: “La revolución que robaron los militares, las mujeres la devolverán”.
No fue una manifestación para defender los derechos de las mujeres, sino para atacar a los
militares, mostrándoles nuestra fuerza y mandándoles un mensaje claro: “No nos para ni asusta ninguna agresión sexual ni social que cometan contra nosotras. Esta revolución no se llevará a cabo sin las mujeres”.

Se sorprendió el mundo con la imagen de las manifestantes que contradecían radicalmente la
típica imagen de las mujeres árabes sometidas por sus hombres, el velo, la tradición, etc. Y se preguntaban: ¿cómo han sido capaces esas mujeres de romper con el silencio de muchos años y salir por fin para protestar?
Toma de la calle

Cuando el mundo se despertó un buen día con la imagen de millones de personas manifestándose contra el régimen de Mubarak, nos encontramos frente a la misma pregunta: ¿qué pasó para que la gente rompiera de repente la cadena eterna de la represión?
Cientos de análisis atribuyeron el papel más decisivo a las redes sociales,
ignorando toda la movilización política contra Mubarak desde 2004: huelgas y
manifestaciones diarias bajo un sistema corrupto y de prohibición total contra la oposición que duró 30 años.
Sin embargo, y aunque los medios de comunicación internacionales ignoraban esa realidad, toda esa movilización culminó el día 25 de enero cuando los egipcios decidieron romper esa cadena perpetua sin volver atrás.

Con la manifestación de las mujeres del 20 de diciembre se repite la misma historia. Se ha ignorado la lucha de las mujeres en las últimas décadas, sus logros en derechos familiares y laborales, se desconocen los problemas y desafíos verdaderos que afrontaron esas mujeres. También se ha ignorado su participación en la movilización política contra el sistema de
Mubarak a lo largo de los últimos años.

Durante décadas, a nivel internacional se ha hablado solamente del velo y de la mutilación genital femenina como si fueran los únicos problemas de las mujeres árabes. No se pensaba que las prioridades de esas mujeres, en una realidad tan distinta y compleja, pudieran ser diferentes
a las de otras feministas en otras partes del mundo. Con lo cual las mujeres árabes no se identificaban ni con la imagen de las mujeres árabes en los medios de comunicación ni con las agendas que trataban otros problemas que para ellas no son prioridades.

Quizá las mujeres egipcias y árabes, en general, no adoptaron los mismos mecanismos del movimiento feminista occidental; quizá no tuvieron la misma agenda ni los mismos problemas contra los que lucharon otras mujeres en otras partes del mundo; quizás, incluso, no saben nada de esemovimiento feminista, pero ¿eso significa que ignoran sus derechos?, ¿que no
lucharon por ellos? Afortunadamente, la última manifestación de mujeres desmiente esa visión y nos enfrenta con otra característica del movimiento feminista egipcio.

La respuesta de las mujeres

Cerca de diez mil mujeres respondieron al primer llamamiento para mostrar su fuerza y rechazo a los militares y a sus aliados los Hermanos Musulmanes y salafistas que hacían la propaganda contrarrevolucionaria para que las mujeres dejaran de estar en las primeras filas de protestas en las calles y las plazas en todo Egipto. Esas mujeres respondieron claramente a esta
propaganda reaccionaria insistiendo en que seguirán luchando por un proceso
político civil que respete la democracia, denunciando las agresiones sexuales y
la tortura que cometen los militares diariamente contra ellas y rechazando
cualquier llamamiento de limitar o anular su papel en esa revolución.

Contestaron a los continuos ataques contra ellas con un
único grito: “Aquí las mujeres son línea roja”. Así que la rapidez y la fuerza de reacción de las mujeres cuando los militares y los islamistas intentaron debilitar su papel y marginarlas del proceso revolucionario pegándoles, acosándoles sexualmente y haciéndoles exámenes de virginidad, etc., desmiente todas las ideas sobre la sumisión de esas mujeres y su falta de conciencia, de lo que se habla y que se ha analizado durante años.

La cuestión ahora para millones de mujeres egipcias no es
introducir cambios en el sistema actual para tener más derechos, sino cambiar el sistema por completo para crear otro mundo más justo para todas y para todos. No es cuestión de reclamar la igualdad, sino de obtenerla y ganarla día a día en las luchas contra el sistema actual para llevar a cabo esa revolución.

El feminismo egipcio

Reclamar “pan, libertad y justicia social” resume el objetivo principal del que podemos llamar
“feminismo egipcio” en este momento, con todo lo que significan estas demandas en cuanto a los derechos de las mujeres. A ellas la revolución no les va a traer la libertad y la igualdad, como piensan muchos de los que no han experimentado de cerca ese levantamiento, sino que con la participación activa como iguales en todo el proceso político, empiezan a vivir lo que quiere decir
libertad, lo que quiere decir igualdad.

Cambiar todo el sistema es el objetivo de las mujeres, conseguir la justicia social significa cambiar toda la situación de las mujeres. Es un camino bastante largo que apenas estamos empezando, las mujeres somos muy conscientes de que no se puede hablar de “revolución” sin que la justicia social sea real para todas y para todos. Aquí las mujeres no estamos buscando un logro rápido, sabemos que el camino todavía es bastante largo y difícil, pero si el objetivo es cambiar el sistema, nuestro feminismo no puede ser menos revolucionario ni satisfacerse con algunas reformas en las leyes.

Nuestra lucha es para crear otro mundo más justo en el que podamos hablar realmente de la “igualdad” y por eso podemos llamar al nuevo movimiento feminista en Egipto el “feminismo revolucionario”.



http://www.diagonalperiodico.net/Egipto-el-feminismo-desde-la.html

martes, 10 de enero de 2012

Esclavitud del siglo XXI. Jornadas sobre trata de personas y explotación sexual

La Red Cántabra contra la Trata y la Explotación Sexual organiza durante el mes de enero el ciclo de cine “Esclavitud del S. XXI. Jornadas contra la trata de personas y la explotación sexual”. Las proyecciones serán gratuitas y tendrán lugar en la Casa de Cultura de Torrelavega todos los lunes del mes a partir de las 19.00 horas.

PROGRAMA


Lunes, 9 de enero

• Lilja 4-ever. 2002 Suecia. Lukas Moodysson. 109 min.

• Lilja, una adolescente rusa de 16 años que ha sido abandonada por su madre, lleva una vida miserable en una empobrecida ciudad de la antigua Unión Soviética. En un ambiente dominado por las drogas y la miseria, prostituirse es el único medio para poder comer. La esperanza llega el día en que conoce al atractivo Andrei, que le promete una vida mejor en Suecia.


Lunes, 16 de enero

• Princesas. 2005 España. Fernando León de Aranoa. 113 min.

• Ésta es la historia de dos mujeres. El rutinario ejercicio de la prostitución desempeñado por Caye, se ve alterado por el encuentro fortuito con una compañera de profesión, la dominicana Zulema. La relación de las dos mujeres será una sucesión de confidencias, de las que ambas sacarán sus propias experiencias.


Lunes, 23 de enero

• Trade. 2007 Alemania. Marco Kreuzpainter. 119 minutos

• La película trata sobre el tráfico y la explotación sexual de mujeres en la frontera entre México y los Estados Unidos, narrando la historia de un policía involucrado emocionalmente con el tráfico sexual, una niña mexicana raptada y su hermano que la busca. Basada en ‘The Girls Next Door’, de Peter Landesman, un reportaje que causó gran impacto en 2004 por la tragedia narrada y el sensacionalismo con que se contaba.


Lunes, 30 de enero

• Escúchame. 2010 España. Mabel Lozano. Cortometraje.

• Tras la proyección de este cortometraje tendrá lugar una charla-coloquio dirigida por miembros de la Red Cántabra contra la trata y la explotación sexual.


La Red Cántabra contra la trata y la explotación sexual, está formada por diversos colectivos sociales y personas a título individual de Cantabria, que desde 2003 trabajan juntas de forma voluntaria por acabar con la trata en nuestra región. Su tarea se ha centrado desde entonces en la sensibilización y la denuncia, con el objetivo de que el problema sea conocido en nuestra sociedad y que poco a poco pueda ir calando el enfoque de Derechos Humanos que este tema requiere.

Desde el 2006, la Red Cántabra contra la Trata y la Explotación Sexual está integrada en la Red Nacional contra la trata, haciendo así posible la colaboración, el intercambio de trabajo y la incidencia política.

Información facilitada por la Red Cántabra contra la Trata y la Explotación Sexual (redcantabra@hotmail.com)

http://www.redcontralatrata.org/?article119

miércoles, 4 de enero de 2012

Magistrados y feministas apoyan la sanción al juez de Murcia

Martín Ferradal tendrá que pagar 3.000 euros por vejar a sus compañeras y a los ciudadanos.

"Justa y razonable". Así califican las asociaciones de magistrados la sanción que el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) ha impuesto al juez único del Registro Civil de Murcia, Antonio Martín Ferradal, por haber tratado de manera vejatoria a sus compañeras de trabajo y a los ciudadanos que acudían a realizar gestiones. El magistrado tendrá que pagar una multa de 3.000 euros por una falta grave de la Ley Orgánica del Poder Judicial: exceso o abuso de autoridad o falta de consideración con los ciudadanos.

Según la resolución judicial publicada por CCOO, uno de los sindicatos denunciantes, Martín Ferradal calificaba como "putas" a las mujeres que tenían hijos fuera del matrimonio, "maricones" a las parejas gays que pretendían casarse o "gentuza" a los inmigrantes que solicitaban la nacionalidad. Además, a las funcionarias del Registro las acusaba de pasarse "las mañanas sin hacer nada, con el papo puesto en la silla" o las tachaba de "ignorantes" y "subnormales".


Jueces para la Democracia: "El sistema de control judicial funciona"

"Desconozco el contenido concreto del expediente, pero si es así, no es admisible el trato vejatorio del magistrado", opinó ayer el portavoz de Jueces para la Democracia (JpD), José Luis Ramírez. "Es una sanción proporcionada y razonable que pone de relieve que el sistema de control judicial funciona", añadió.

Su homólogo en la Asociación Francisco de Vitoria, José Luis Rodríguez Armengol, también cree que "hay que respetar las actuaciones del CGPJ". "Los hechos parecen incuestionables y la sanción está dentro de los parámetros reglamentarios establecidos para estos casos", explicó. "Un juez debe tener el máximo respeto por todas las personas que trabajan en un juzgado", concluyó.

En la misma línea se pronunció ayer la presidenta de la Asociación de Mujeres Juristas Themis, Ángela Cerrillos. "Los jueces deben tener un tratamiento exquisito con los ciudadanos y con los trabajadores", sentenció. "Y si no cumplen con eso, normal que los sancionen", opinó.


Una experta: "Es lamentable que un juez tenga todos esos prejuicios"

Castigo "leve"

Otra experta feminista, en cambio, considera "leve" la multa impuesta a Martín Ferradal. "Un juez no es cualquier ciudadano; tiene la responsabilidad de aplicar las leyes de no discriminación por razón de sexo, raza, orientación sexual...", argumentó la presidenta de la Federación de Mujeres Progresistas, Yolanda Besteiro. "Es lamentable que quien está encargado de salvaguardar los derechos de todos y todas tenga esos prejuicios", agregó.

También otras asociaciones, como el propio sindicato denunciante, consideraron la sanción como "light". "El expediente bien podría haberse incoado por la comisión de una falta muy grave", apuntaron desde CCOO. La Confederación Española de Asociaciones de Lesbianas, Gays, Bisexuales y Transexuales (Colega), además, pidió al CGPJ que cambie de destino a Ferradal.


Una mujer de 55 años, segunda víctima mortal de la violencia machista

Violencia machista


Por otro lado, los Mossos d'Esquadra investigan desde ayer la muerte de una mujer española, de 55 años, que fue localizada sin vida a mediodía en su casa de L'Ametlla de Merola, en el término municipal de Puig-reig, en la comarca del Berguedà (Barcelona).

Aunque por parte de los Mossos no han trascendido más detalles, todo apunta a que podría tratarse de un crimen de violencia de género. Si se confirman las sospechas, se convertiría en la segunda víctima mortal de la violencia machista en lo que va de año.

Según ha podido saber este diario, fue el hermano de la víctima quien encontró el cuerpo después de dirigirse al domicilio, una casa aislada conocida como Cal Puntes, para hablar con su hermana. Cuando llegó, el marido de ella le encerró en la casa y aprovechó el momento para escaparse. La víctima habría sido encontrada con varias contusiones producidas por algún objeto contundente, como un palo. Dentro de la casa no se habrían encontrado armas de fuego, según testigos cercanos a los hechos.

El alcalde de Puig-reig, Antonio Clemente, explicó ayer que la Policía hizo varias redadas por la zona para intentar encontrar al marido de la víctima, presunto autor de los hechos. Al cierre de esta edición, sin embargo, los Mossos d'Esquadra todavía no lo habían podido localizar. Todo hace pensar que el presunto agresor habría huido a pie o ayudado por una tercera persona, ya que dejó su coche aparcado delante de la casa.

http://www.publico.es/espana/415233/magistrados-y-feministas-apoyan-la-sancion-al-juez-de-murcia

martes, 27 de diciembre de 2011

Mato rebaja la violencia machista a "violencia en el

La nueva ministra de Igualdad utiliza esta definición para
referirse al último caso de una mujer asesinada por su pareja
Ana Mato, recién nombrada ministra de Sanidad, Servicios
Sociales e Igualdad por Mariano Rajoy, a su llegada a la Moncloa el 22 de
diciembre.

La recién estrenada ministra de Sanidad, Servicios Sociales
e Igualdad, Ana Mato, no ha tardado ni una semana en evidenciar el camino que
parece haber encauzado el nuevo Gobierno conservador en la lucha contra la
violencia a las mujeres.

En un comunicado publicado en la página web del ministerio,
Mato ha condenado el último asesinato de una mujer a manos de su pareja
ocurrido esta misma tarde en Almería. Sin embargo, lo que hasta ahora había
sido calificado como 'violencia machista' o 'violencia de género', ha sido
reducido por la nueva ministra a un acto de "violencia en el entorno
familiar".

"La Ministra de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad,
Ana Mato, ha condenado el último caso mortal por violencia en el entorno
familiar ocurrido hoy en Roquetas (Almería).", expresa el comunicado, que
más adelante vuelve a añadir: "Se trata de la víctima número 59 de 2011.
El año anterior, 2010, finalizó con 73 víctimas mortales por violencia en el
entorno familiar."

Pocos minutos después de que el ministerio hiciese público
el comunicado, Twitter ya recogía las quejas de ciudadanos que no daban crédito
a la definición utilizada por Mato. Los usuarios ya han creado los hashtags
#MatoDimision, #retroceso, #violenciaenelentornofamiliar o #violenciamachista.


"Estaba cantado, avisó Rajoy y ahora Ana Mato: mujeres
q llevan su casa en las familias como Dios manda... y se acabó la violencia de
género", afirmaba @mpidiecue.

"Ana Mato llama "violencia en el ámbito
familiar" a la violencia machista. Al Jaguar del garaje como le llama?
utilitario de uso particular?", satirizaba @Ander_Gil.

@piluquita añadía: "Ana Mato como Ministra de Sanidad
es un insulto a todos los avances conseguidos en el plano de la igualdad. Qué
pena de país".

martes, 20 de diciembre de 2011

Son unas histéricas (Ander Izagirre)

http://gentedigital.es/comunidad/anderiza/2011/12/20/son-unas-histericas/

He mandado una pregunta a una amiga. En vez de una contestación directa, me ha respondido con una lista de diez recuerdos de su vida (he cambiado detalles para preservar su anonimato).

“1- Cuando mi hermana tenía unos 8 o 9 años, un viejo se le acercó en la plaza y le dijo: “Te doy un caramelo y me das un besito”.

2- Cuando yo tenía unos 12 años, fui con una amiga a la fábrica en ruinas que teníamos delante de casa. Apareció un viejillo con boina, amable, que se puso a hablar con nosotras y a seguirnos mientras íbamos por la fábrica pisando cascos de vidrio. Cogió confianza y me agarró del brazo. “Déjame que te levante, para ver cuánto pesas”. Yo solté el brazo, me aparté rápido. Me saltó una alarma. Y nos fuimos. Mi amiga me dijo: “Pero chica, cómo has reaccionado”. Me pregunto por qué reaccioné así y por qué otras crías no lo hacen. Qué hace que te salte esa alarma.

3- Con 13 años, un día esperaba a mi madre en la calle, junto al portal. Vino un chico de mi edad por mi derecha, muy pegado a la pared donde yo estaba. Me saltó también la alarma. Yo agarraba una carpeta y me la subí hasta la altura de las tetas, como protección. Pasó a mi lado y noté un pellizco fuerte en el coño. Me subió un escalofrío hasta la cabeza, me quedé helada, violada de algún modo. Recuerdo cómo me sentí ese día y muchos días después. Al día siguiente teníamos una celebración familiar, recuerdo la ropa que llevaba, las fotos que nos sacamos, yo con mi cara pálida y mis ropas verdes, triste, mancillada, recordando lo del día anterior. Siempre siento una gran tristeza cuando veo esa foto, tantos años después.

4- Unos años más tarde, ese mismo chaval empezó a pegar en el culo con la raqueta a una vecina. Otro día, pasaba con la bici por el parque y le pegó una torta en el culo a una amiga.

5- Con 16 años, en un tren me senté al lado de un hombre. Tras un rato de charla, empezó a agarrarme la mano. Luego me pidió que le diera un beso. No me atrevía ni a moverme. Me ofreció 40.000 pesetas por irme con él a un hotel.

6- En Perú, en medio de la plaza de la catedral, un tío me tocó el culo. También allí, en el tren, un hombre sobó de arriba abajo a una compañera. En Londres, en medio de la calle, otro tío me tocó el culo.

7- En la universidad, a la salida de clase, un compañero se me acercó por un lado, me agarró los pantalones a la altura de los tobillos y me los subió de repente para que todo el mundo viera mis piernas sin depilar. Otro día, delante de más gente, me dijo “tienes las orejas más feas que he visto nunca”.

8- En un polígono de las afueras de mi ciudad, donde trabajaba, un hombre me gritó desde una furgoneta: “¡Te voy a comer el coñooooo!”. Otro día, en ese mismo polígono, bajaba una cuesta andando y un coche que subía pasó a mi lado, despacio, con unos tipos dentro. Seguí caminando, miré atrás y vi que se habían parado en lo alto de la cuesta. El coche giró, empezó a bajar, me pasó y se cruzó delante de mí. Se quedaron esperándome. Vi que dentro había cuatro hombres. Me puse nerviosísima y eché a correr hasta un hotel, donde había más gente, y el coche se marchó.

9- Cuando tenía unos 20 años, un amigo de mi padre, casado y con hijos, me llevó de una ciudad a otra en su coche porque le venía de camino. Yo iba en el asiento del copiloto. A mitad de trayecto, alargó la mano y la apoyó sobre mi muslo, mientras me decía “yo os tengo mucho aprecio, a ti y a tu familia”. No hizo nada más. Pero no era un modo de tocar normal. No hice nada ni le dije nada a mi padre.

10- Hace dos semanas, de noche en un bar, delante de mí a una chica le tocaron el culo. Se dio la vuelta y dijo “le tocas el culo a tu madre”. En la barra había dos tipos sonrientes, entre la oscuridad y la impunidad del bar. No supo cuál de los dos había sido. Esa misma noche, volviendo a casa caminando a las cuatro de la mañana, un chaval andaba haciendo el tonto con otro amigo, salió a mi paso y me dijo “guapaaaa”. Un poco más adelante, un chico me llamó desde la esquina de una calle, “pssst, pssst”, y me decía “chica, ven aquí”.

*

Con esta amiga he hablado algunas veces de los pequeños abusos, acosos y presiones que en general sufren las mujeres a lo largo de su vida. Los abusos más graves están mal vistos, se denuncian, pero por debajo de ellos hay toda una gama tolerada de eso que llaman violencias de baja intensidad. Se aceptan, se toleran y hasta se ríen.

En estos últimos tiempos he preguntado por este asunto a varias amigas y todas, pero todas, tienen un repertorio de historietas así: pequeños acosos desde que eran crías, bromas pesadas, comentarios supuestamente graciosos en el trabajo sobre su físico, su vestimenta o su situación amorosa, chistecitos con los que se han sentido coaccionadas y marcadas… Y muchas comparten una sensación: todos esos episodios –que a ellas se les han quedado muy grabados- en teoría no son como para quejarse, para protestar, para ofenderse, porque entonces quedan como exageradas o histéricas. Si les molesta que cuando caminan por la noche un chaval les llame “guapa” desde la esquina, es que son unas avinagradas. El chaval no sabe –o le da igual- que a la chica se lo hayan dicho tres veces seguidas o que se lo digan con frecuencia en unas circunstancias que convierten el supuesto piropo en una actitud agobiante y amenazante.

A mí me da que en general los hombres no somos nada conscientes de esa presión frecuente que padecen tantas mujeres, nos cuesta ponernos en esa piel, ni nos imaginamos lo que tiene que ser aguantar una y otra vez bromitas o toquecitos o comentarios que se suponen chistosos. Muchos participan en esos pequeños acosos, otros ríen las gracias o les quitan importancia. No nos enteramos o no nos queremos enterar, pero todo ese ambiente de suave agresión acaba coartando la libertad de andar tranquilas por la vida sin que les molesten por el hecho de ser mujeres.

¿Acaso los hombres no padecemos acosos o presiones? Sí, claro, pero en un grado muy inferior, que no nos condiciona tanto. No hasta el punto de que se nos desarrolle una actitud psicológica temerosa, a la defensiva, que nos limite la libertad de andar tan panchos por la vida. Pondré un ejemplo personal.

Cuando yo tenía 16 años, un sábado por la madrugada iba andando solo por la ciudad, hasta el sitio en el que tenía candada la bici para volver a casa. Me crucé con un hombre que me paró para pedirme la hora. Las cuatro de la mañana. Continué mi camino y noté que el hombre me seguía. En vez de avanzar recto por la avenida principal, callejeé para comprobar si el hombre me seguía por casualidad o con intención. Y me seguía, me seguía en todos los desvíos y rodeos. Por fin me acerqué a la bici y me apresuré a soltar el candado. Entonces el hombre se acercó, se bajó los pantalones y los calzoncillos, y empezó a meneársela. Salí pitando.

En esta historia veo una gran diferencia con una mujer. Cuando el tipo chungo me seguía, yo creí que unas horas antes me había visto candar la bici y que me la quería robar. Ni se me pasó por la cabeza que yo corriera ningún tipo de peligro sexual. Con 16 años, en mi cabeza no existía ese miedo. Ese miedo que es el primero que le viene a la mente a una chica de esa edad. El chico de 16 años piensa que le pueden robar la bici. La chica de 16, que la pueden violar. Porque viven con esa preocupación desde crías y a lo largo de toda la vida: siempre hay un viejillo en el parque que las agarra y las soba un poco, un adolescente que en el colegio les mete mano o les baja los pantalones, un ligón de bar que se pone bravo con ellas delante de los colegas machitos, un jefe que hace gracietas desagradables sobre su aspecto…

*

Mi amiga me mandó esa lista de diez recuerdos como respuesta a mi pregunta. Yo solo le había preguntado qué le parecía un artículo de la periodista June Fernández.

June primero escribió en Facebook una lista de actitudes que le molestaban cuando hombres más o menos desconocidos le abordaban en las redes sociales tomándose demasiadas confianzas. Tras su texto, vino una cascada de comentarios de otras chicas, que relataban montones de situaciones parecidas que les incomodaban. Algún chico entró a quitar hierro al asunto, a decir que no era para tanto, que a los hombres también les pasan cosas…

June comentó: “Cuentas micromachismos y te acusan de hilar fino y de ser una paranoica”. Y después publicó esta entrada en su blog: ‘Paranoicas’.

Os recomiendo mucho que leáis esa entrada y el debate que se desarrolló en los comentarios, donde algunas mujeres cuentan sus experiencias. Y que juzguéis si esas mujeres son unas exageradas y unas histéricas o si los tíos deberíamos darle alguna vuelta a este asunto.

Paranoicas (June Fernández)

http://gentedigital.es/comunidad/june/2011/12/16/paranoicas/

Hoy he recibido un mensaje por Whatsapp de un número que no tenía fichado. Era un hombre que conozco muy poco, de haber coincidido varias veces cuando trabajaba en otro lugar; tan poco que me ha costado varios minutos ubicarle. Me empieza a hablar como si fuéramos viejos amigos, que a qué me dedico, qué es de mi vida… Y salpicando el diálogo de bromas varias. Finalmente, me dice que cuando quiera me invita a un café y hablamos más largo y tendido. “¿Pero por algo de trabajo?”, le pregunto. Y me contesta algo así (no recuerdo la expresión exacta) como: “No te precipites, morena, ya se verá”. No le he contestado.

Si esta persona lee esto, va sin acritud, es que es esto a lo que me dedico.

El tema es que me he sentido incómoda, y es algo recurrente que personas que apenas conozco se tomen estas confianzas conmigo. Más situaciones:

- Conocer en ambiente de poteo al conocido de un amigo, que me esté todo el rato haciendo bromas absurdas, buscando una reacción por mi parte en plan: “¿Y tú que piensas, morena?”, y mosquearse porque yo sólo asiento educadamente. Este conocido de un amigo se despidió diciéndome: “Y tú tranquila, que eso de ser tan arisca se te pasará con los años”. “No creas, va a más”, le contesté.

- Últimamente me pasa menos, igual porque he lanzado alguna advertencia por aquí o porque tengo más restringidos los chats de las redes sociales en los que estoy, pero otra cosa que me molestaba es esto de recibir de vez en cuando un mensajito privado (especialmente después de hablar de sexo en el blog) de chicos que alababan lo bien que escribo, lo liberal que soy, y que me decían que les gustaría conocerme más. O los que, siendo completos desconocidos, utilizaban el chat para iniciar una conversación en plan “Hola, guapa. ¿Qué haces?”.

Total, que tras el incidente del Whatsapp he ido corriendo al ordenador y he escrito en Facebook y Twitter: “Lección número 1 de tipos de micromachismo: tomarse demasiada confianza con las mujeres”. Y he explicado algunos de estos ejemplos. Habéis respondido con un maravilloso bombardeo de mensajes. Reproduzco algunos de los micromachismos que habéis citado las mujeres:

1- Que me llamen “niña” o “nena” / Otra dice: “que me llamen princesa”

2- Aquellos se permiten aconsejarte sobre cualquier cosa, hasta de lo que eres experta

3- La condescendencia en el ámbito profesional

4- Que minimicen la importancia de la igualdad por “ser cosas de mujeres”

5- Que el hecho de llevar falda (por la rodilla) se convierta en la comidilla de la empresa

6- El baboseo, en general

7- El acoso sexual verbal en la calle (los llamados piropos)

8- El paternalismo de los históricos de izquierdas

9- Que me digan que no parezco mujer al escribir

No, no son situaciones puntuales que les ha pasado a mujeres concretas. A mí, menos lo de que no parezco mujer al escribir, me ha ocurrido todo eso, y la mayor parte de los micromachismos citados los sufro sistemáticamente.

Entre los chicos que han hecho comentarios, sobresalen las siguientes actitudes:

- Amigos que hacen bromas del tipo: “¿Te molesta si pongo ‘me gusta’?” o “Muak, ¿puedo?”. Vaya, no es algo a lo que dé especial importancia, pero me recuerda a una reflexión muy interesante de Miguel Lorente hablaba en Pikara de la “actitud paranoica paradójica” de los posmachistas: “Cuando se habla de maltratadores sienten que la referencia es común a cualquier hombre, pero cuando se habla de igualdad piensan que sólo se refiere a las mujeres”. Sustituid “maltratadores” por “machistas”, y es lo que ha ocurrido aquí: que hombres cuya conducta no se corresponde con la que estoy describiendo, se dan por aludidos. Si sois mis amigos (y yo estoy hablando de desconocidos) y en nuestra amistad no hay baboseo, ¿por qué os sentís interpelados?

- Un amigo ha hablado también de cómo los hombres sufren el micromachismo. Recriminó a unos currelas por decir burradas a una chica por la calle, y ellos le respondieron con un insulto homófobo.

- Y ahora viene el comentario que me ha llevado a escribir este post: dice que “hilar tan fino nos va a acabar poniendo paranoicos”. Quiero pensar que no se ha leído todos los comentarios que han dejado mis amigas feisbukeras, porque vaya, ¿le parece hilar fino que contemos situaciones sexistas que vivimos sistemáticamente en la calle, en el trabajo y entre las amistades? ¿Eso es hilar fino, en una sociedad en la que las mujeres sufrimos todavía unos índices de violencia altísimos (no sólo física y no sólo en la pareja) por el hecho de ser mujeres?

Hablar de paranoia me parece muy pero que muy peligroso. Es algo que se viene utilizando con mucho éxito para que las mujeres dudemos de nosotras mismas. Y eso es lo que nos hace no enfrentar agresiones, negarlas incluso. Cuando un tío restriega su polla contra nuestro culo en el metro, decimos: “Ay, igual es que el vagón está lleno, no me voy a poner paranoica”. O cuando el jefe nos mira el escote fijamente. La formadora en autodefensa Maitena Monroy siempre dice que cuando tenemos sospechas de que nos están intentando robar la cartera, reaccionamos, sin miedo a estar siendo paranoicas.

Pero, afortunadamente, justo después he recibido otro comentario que me da ganas de enmarcar. Es de un Jose que creo que no conozco en persona, y dice así: “Los tíos nos sentimos con la suficiencia para dirigirnos a mujeres en el tono que nos apetezca, algunos lo hacemos y otros no, pero está ahí. No creo que haya que justificarlo de ninguna manera, es así, no es para crucificarnos, pero es para reflexionar. Esperemos que con el tiempo vayamos observándolo y poco a poco vaya desapareciendo, pero está muy dentro osea que paciencia que esto va para largo”.

Qué alegría me ha dado. Es que esa es la cuestión: que los hombres se sienten de serie con mayor confianza, autoridad, suficiencia, que las mujeres. ¿Por qué? Por algo que Pierre Bordieu explica en ‘La dominación masculina’: ”Al confinar a las mujeres al estatus de objetos simbólicos que siempre serán mirados y percibidos por el otro, la dominación masculina las coloca en un estado de inseguridad constante. Tienen que luchar sin cesar por resultar atractivas, bellas y siempre disponibles”. ¿Es también Bordieu un paranoico que hila demasiado fino?

A las mujeres nos toca hacernos caso, fiarnos de nuestro instinto, saber que cuando nos parece que igual nos están agrediendo, discriminando o ofendiendo, no es paranoia. Aprender a ser asertivas, a no dejarnos condicionar por el miedo a que nos etiqueten de bordes, a exigir que nos traten con respeto. A los hombres, como bien dice el compañero Jose, sólo les pido que se observen un poco en esas actitudes. Que apliquen la regla de la inversión y se pregunten si me hablarían en ese tono y me percibirían de la misma manera si yo fuera un periodista varón. No os pido que os flageléis, sólo que escuchéis lo que las mujeres estamos expresando, lo aceptéis y tratéis de entenderlo, y después lo tengáis en cuenta en el día a día. Y no os pido nada que yo no me aplique. También las mujeres incurrimos constantemente en micromachismos. Y también conviene que desterremos las actitudes que nos incomodan en otros. Como a mí me molesta que un tío que no conozco ponga “Qué guapa” en una foto mía, me grabo a fuego evitar alusiones sobre el físico de hombres que no son mis amigos. Claro, hilar fino, ver agresiones donde no hay puñetazos o insultos, cuestionar nuestras propias actitudes a diario, es cansado. Conviene quitar hierro a todo esto y llamarnos exageradas. Allá cada cuál.

miércoles, 14 de diciembre de 2011

II JORNADAS DE AGROECOLOGÍA: ECOFEMINISMO, PONIENDO LA VIDA EN EL CENTRO

14, 15 y 16 de diciembre 2011

Tras las I Jornadas de Agroecología: Huertos urbanos comunitarios, celebradas justo hace un año, repetimos jornadas de Agroecología, esta vez teniendo como tema central el ECOFEMINISMO. Tres días de charlas, mesas redondas, cineforos, talleres, exposición fotográfica, mística, trabajo y comida comunitaria, para debatir sobre ecofeminismos, crisis de los cuidados y ecológica, luchas de las mujeres campesinas, soberanía alimentaria, masculinidades y micromachismos, de la mano de Yayo Herrero, Alicia Puleo, Lidia Senra, Amaia Pérez Orozco, Marta Pascual, Belén Verdugo, Asociación Chipko. Sara Rey, Carmen Caballero y Fabián Luján.

Salón de Actos del Edificio de Alumnos de la UCM (frente a metro C. Universitaria) y Huerta Agroecológica Comuitaria Cantarranas (detrás de Fac. Ciencias de la Información)


martes, 13 de diciembre de 2011

Mujeres, revolucionarias y anarquistas

En octubre de 1936 nacía la Agrupación de Mujeres Libres. Anarquista, libertaria y emancipadora, fue el germen de un movimiento que llegó a tener 20.000 afiliadas.

“La lucha debe continuar, ahora hay que enseñar a las más jóvenes”

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Mujeres Libres
Quedan pocas de aquellas mujeres con vida. Concha Liaño es una. Tiene 94 años y conserva una enorme energía. Vive en Venezuela desde que se exilió durante la Guerra Civil. Formó parte de las mujeres que iniciaron Mujeres Libres y recuerda la situación de la mujer en aquellos días: “Ahora no se pueden imaginar cómo era la vida de la mujer entonces. El esposo mandaba y gobernaba. Aceptaban ese sometimiento. Nosotras entendimos que si se liberaban económicamente, ya no tendrían que soportar eso”.

La idea de la revista –de la que DIAGONAL publicó un extenso reportaje en su número 161– surgió en el otoño de 1935 de la mano de la militante anarquista Lucía Sánchez Saornil, a la que luego se unieron Mercedes Comaposada y Amparo Poch y Gascón. Lucía y Mercedes “habían enseñado en cursos de instrucción elemental para obreros y obreras, promovidos por la CNT de Madrid en los años ‘30. Vieron la necesidad de realizarlos específicamente para las mujeres, dada la misoginia y los prejuicios existentes”, indica Eulàlia Vega, autora del libro Pioneras y revolucionarias.

Mientras la revista se gestaba y salía a la calle en Madrid, en Barcelona se había formado la Agrupación Cultural Femenina, en su mayoría militantes de la CNT y de otros organismos libertarios como los ateneos y las Juventudes Libertarias. Conocían la revista que se hacía en Madrid. Mercedes Comaposada se presentó en Barcelona buscándolas. Llevaba con ella los estatutos de una Federación Nacional. Les informó de que en Madrid y en Guadalajara ya se había constituido una agrupación con los mismos objetivos. Habían llamado a esta organización Federación Nacional de Mujeres Libres y propuso que Cataluña formara parte de la misma. Las catalanas aceptaron entusiasmadas.

Una organización de masas

Llegaron a contar con 20.000 afiliadas y 170 secciones locales en todo el país sin cobrar ninguna cuota. La Comisión de Solidaridad se encargaba de gestionar donativos o subvenciones con sindicatos, ateneos y otras entidades.

Pura Pérez, militante de la organización, explicaba en 1999 que “se gestaba una revolución femenina, de la misma forma que entre todos se hacía una Revolución Social. Obreras, campesinas, enfermeras, licenciadas…Todas eran guiadas por el deseo de emancipación, su empeño era lograr una sociedad equitativa y un futuro mejor”.

Martha Ackelsberg, autora de Mujeres Libres. El anarquismo y la lucha por la emancipación de las mujeres señala que había dos tendencias en sus actividades: capacitación (clases de alfabetización, aprendizaje en el trabajo, información sobre sus propios cuerpos, sensibilización y apoyo mutuo); y captación, con programas para animar a las mujeres a unirse al movimiento libertario. “Sin la completa participación de las mujeres, estaban convencidas, la revolución no podría triunfar realmente”, explica Ackelsberg.

Lo que las diferenciaba de otras agrupaciones de mujeres, como las comunistas o antifascistas, era que “su principal objetivo, incluso en mitad de la guerra, era la capacitación de las mujeres, no sólo su movilización en las actividades de apoyo al esfuerzo de guerra”, apunta Ackelsberg. “Insistían en que la participación de las mujeres en el mercado laboral, por ejemplo, no debería ser un cambio temporal, debido a las necesidades de guerra, sino un cambio más permanente en la forma en que las mujeres eran vistas en sus roles en la sociedad”.

Además, según Eulàlia Vega, “sus objetivos se diferenciaran de los otros grupos femeninos de la época, que no tenían en cuenta las diferencias de género, como la comunista Agrupación de Mujeres Antifascistas (AMA)”.

En 1937 en Valencia se establecen los Estatutos de la Federación Nacional de Mujeres Libres con el objetivo de capacitar a la mujer y emanciparla de la triple esclavitud a la que está sometida: “Esclavitud de ignorancia, esclavitud de mujer y esclavitud productora”.

Con el inicio de la guerra, desde la Agrupación Mujeres Libres, Concha Liaño señala que su objetivo, además de “la lucha por la liberación femenina”, también era “aportar una ayuda ordenada y eficiente a la defensa de nuestra República”. “Los hombres al frente, las mujeres al trabajo”, fue una de sus consignas. Invitaban a las mujeres a inscribirse para su adiestramiento en los campos de tiro y realizaron propaganda a favor de los Liberatorios de Prostitución o contra el analfabetismo. La respuesta de las mujeres españolas fue “vibrante”, una “explosiva toma de conciencia” pero, en la mayoría de los casos, terminó con el exilio.

Sin embargo, Concha Liaño recuerda que “era emocionante, conmovedor, comprobar cómo las mujeres se esforzaban en aprovechar una ocasión que les permitía salir de su resignada impotencia y (…) de tantos siglos de injusto sometimiento (…) Para la mujer española ése fue su momento estelar”.

“Humanismo integral”

“Nunca se definieron como “feministas”. Para ellas, ‘feminismo’ era un movimiento burgués, centrado en ganar el derecho al voto y entrar en el mercado laboral en los mismos términos que el varón. Pero tenían claro que, para la clase obrera, el trabajo no era necesariamente ‘liberador’. Lo que querían no era acceso igualitario a un sistema de privilegios, sino un nuevo sistema sin privilegios”, explica la escritora Martha Ackelsberg.

La mejor definición la hacen ellas mismas en el número 1 de la revista Mujeres Libres: “Esto es ya más que feminismo. Feminismo y masculinismo son dos términos de una sola proporción; (…) la expresión exacta: humanismo integral”. Y añaden: “El feminismo lo mató la guerra dando a la mujer más de lo que pedía al arrojarla brutalmente a una forzada sustitución masculina. Feminismo que buscaba su expresión fuera de lo femenino, tratando de asimilarse virtudes y valores extraños no nos interesa; es otro feminismo, más sustantivo, de dentro a afuera, expresión de un modo, de una naturaleza, de un complejo diverso frente al complejo y la expresión y la naturaleza masculinos”.

LA HERENCIA DE ‘MUJERES LIBRES’

Eulàlia Vega, autora de Pioneras y revolucionarias, destaca que “es innegable la modernidad” de los planteamientos de la Agrupación de Mujeres Libres. “El hecho de unir la lucha contra la explotación capitalista con la opresión patriarcal marca su importancia y su originalidad, siendo sus militantes, en cierto sentido, las pioneras de las organizaciones feministas creadas posteriormente con el final del franquismo”. Para la escritora Martha Ackelsberg, su mayor legado fue que “ofrecieron una visión de cambio social, y una sociedad revolucionaria, en la que las mujeres fueran totalmente participantes”.

La ex-directora de la Mujer acusa al Gobierno de "liquidar" la protección de las mujeres víctimas de violencia de género

Los peores presagios que auguraban los impagos a las trabajadoras del Centro de Violencia de Género que publicábamos el mes pasado podrían cumplirse si, como denuncia la diputada social-liberal y exdirectora general de la Mujer Ana Isabel Méndez, el Gobierno del PP "liquidará" a partir de enero los cinco centros cántabros de asistencia a las víctimas de violencia de género.

El ejecutivo del PP que preside Ignacio Diego ha decidió retirar la subvención para las actividades de atención y casas tuteladas, dando así carpetazo a más de 30 años de lucha contra la violencia de género y en defensa de las víctimas que en Cantabria han venido protagonizando ONG's como la Asociación Consuelo Bergés (nacida en 1995) y CAVAS (nacida en 1987). A las mujeres que venían siendo atendidas en los cinco centros gerenciados por las asociaciones citadas y también por Cáritas, se les ha comunicado "que serán cinco funcionarios de la consejería de Presidencia los que se harán cargo de sus casos", según publica Aquí Confidencial.

Hace unas semanas, Méndez denunció que el Gobierno del PP "se ceba en sus recortes con las personas más vulnerables y cierra en enero los cinco centros existentes". La exdirectora general de la Mujer ha tachado por tanto de "cínica" la asistencia de De la Serna a la manifestación del pasado 25 de noviembre para "hacerse fotos" mientras su partido "va desmantelando todos los programas de igualdad y los cinco centros de atención a víctimas de violencia de género que durante ocho años se pusieron en marcha en Cantabria por parte del anterior Gobierno".

En el proyecto de presupuestos presentado por el Gobierno, ha desaparecido la partida para subvencionar los programas de atención a mujeres maltratadas, que en el último ejercicio contó con 600.000 euros, pese a que ser menos del doble de lo que costará la nueva página web del Parlamento de Cantabria y una cantidad muy similar a la que el Ejecutivo del PP ha destinado a contratar auditorias para analizar la gestión de empresa públicas y consejerías en en anterior Ejecutivo.

La ex directora de la Mujer afirma que mientras el Gobierno anterior "invirtió contra la violencia de género millones de euros durante las dos legislaturas en el ámbito educativo, sanitario, social, laboral, etc., el PP nos presentó una foto de un gobierno paritario y nada más". "Mientras se nombran consejeras y se vende una foto como garantía de apoyo a las políticas de igualdad, se liquidan los servicios de apoyo fundamentales para personas tan vulnerables como las víctimas de violencia de género y sus hijos e hijas que han sido atendidos en estos centros", sentencia.

Según ha recordado Méndez, que es actualmente diputada autonómica, el sistema de asistencia y acogimiento para la atención a las víctimas y a sus hijos e hijas fue creado por el anterior Gobierno regional PRC- PSOE en 2004 y consta de un total de cinco centros especializados (un centro de atención a víctimas ambulatorio, una casa de acogida, una casa de emergencia y dos pisos tutelados). Desde su creación, estos centros han atendido a 2.900 víctimas, "y a pesar de ello, todos los centros serán cerrados el 1 de enero alegando problemas administrativos e incluso dando largas a las organizaciones sin ánimo de lucro que en ellos colaboraban alegando que con el tiempo convocarían un concurso para su gestión". "No sé qué me preocupa más, si el desmantelamiento o que pretendan que empresas de seguridad o academias de formación puedan ser quienes atiendan a las víctimas sin experiencia ni conocimiento alguno", afirma.

Méndez acusa al gobierno de Diego de "escudarse en falsedades para desmantelar un pilar básico del estado de Bienestar como es la atención a las mujeres y niños más vulnerables, en el que venían colaborando las organizaciones más reconocidas en este ámbito en Cantabria".

Colaboración con asociaciones

Incluso, la diputada social-liberal acusa a la consejera conservadora Díaz de desconocer que el Artículo 7 de la ley de Cantabria contra la violencia de género del año 2004 afirma que "La Administración de la Comunidad Autónoma de Cantabria colaborará con aquellas organizaciones con experiencia y formación en esta materia que desarrollen actividades de sensibilización, prevención, protección, atención y erradicación de la violencia de género", afirmando que ésta ha sido la premisa legal en la que el anterior Gobierno autonómico se basó para organizar la atención a las víctimas en colaboración con algunas entidades que desde hace años en Cantabria se ocupan de esta materia, "como la mejor garantía de que serían bien atendidas, como así ha sido".

"Hasta ahora la relación con las organizaciones sin ánimo de lucro había sido de respeto y colaboración total, circunstancia que ahora se ve sesgada por excusas que en nada ayudan a las víctimas", por lo que Méndez exige a la Consejera de Presidencia que ordene los pagos que antes eran posibles y ahora se dificultan. La diputada socialista exige a la consejera Leticia Díaz que "deje de dar lecciones y de excusarse en temas administrativos para liquidarlo todo y recortar".